El euro siguió avanzando en el mercado internacional frente el dólar. Y en la plaza local se reflejó marcando un nuevo máximo al cotizar a 5,71 pesos por unidad. Por su parte, el dólar cerró a los mismos valores que en las últimas jornadas, con una activa intervención oficial, sin la cual cedería varios centavos por la presión de la oferta. El precio del billete al público se mantuvo en promedio a 3,85 pesos. En ese contexto cambiario tranquilo, las contradicciones de las autoridades monetarias y económicas de Estados Unidos a la hora de prever la salida de la crisis suman incertidumbre y debilitan al dólar. En la Argentina, el interés por posicionarse en activos locales presiona también a la baja sobre el billete verde. La euforia se había iniciado en los bonos y ayer se trasladó al recinto accionario. Los principales papeles registraron una ganancia de 3,6 por ciento, superando el techo de 2000 puntos en el Indice MerVal.

Las autoridades estadounidenses no logran ponerse de acuerdo respecto de cuándo saldrán de la crisis ni en la manera de hacerlo. Mientras la Reserva Federal (banca central) se reúne ayer y hoy para analizar cómo estimular el consumo, los bancos privados recomiendan a sus clientes de menores ingresos no utilizar sus tarjetas de crédito. Esa falta de voluntad en el financiamiento privado conspira contra la recuperación de la principal economía del mundo. La ausencia de un rumbo claro, donde los avances en materia de regulación son escasos a un año de la caída del banco de inversiones Lehman Brothers, le resta atractivo al dólar. El billete se ubicó en su mínimo ante el euro, al cotizarse en 0,677 de dólar. La cotización oficial de la moneda comunitaria fue fijada por el Banco Central Europeo en 1,48 dólar por unidad.

En la plaza local el euro también alcanzó su máximo: avanzó cuatro centavos, para ubicarse en un promedio de 5,71 pesos. De esta manera, el euro aventaja en las últimas semanas al dólar como refugio de valor: en lo que va del año subió 82 centavos, equivalente al 16,7 por ciento. El dólar, en tanto, no está registrando variaciones desde hace más de un mes. Inversores institucionales y del exterior están desarmando sus posiciones en moneda extranjera para adquirir bonos y acciones del mercado local. A ese comportamiento se le suma la liquidación de divisas por parte de los exportadores. Estas dos corrientes presionan al dólar a la baja. El exceso de oferta es absorbido por el Banco Central. Según un comunicado de la entidad monetaria, su mesa de dinero finalizó con una leve postura compradora. El stock de reservas alcanzó los 45.308 millones de dólares, luego de que adquiriera cerca de 100 millones en la plaza. En el segmento mayorista, la divisa cedió apenas una milésima a 3,838 pesos y al público se mantuvo en 3,85 pesos.

La fragilidad del dólar impactó además en el precio del crudo. El barril WTI para entrega el próximo mes sumó dos dólares, para cerrar a 71,55 dólares en el mercado de futuros de Nueva York. Ese avance impulsó en el Bolsa porteña a los papeles vinculados con esa actividad. El Merval terminó en 2057 puntos, el máximo desde el 1º de julio del año pasado. Con la mejora de ayer de 3,6 por ciento acumula una ganancia en septiembre de 15,5 por ciento y de 90,6 en el año. En el panel de empresas líderes, Tenaris, controlada por el grupo Techint y con una ponderación de casi el 48 por ciento en el indicador, trepó 4,3 por ciento. La suba de la otra compañía petrolera con fuerte pese en ese índice, Petrobras, fue de 3,2 por ciento. La firma que más subió fue Siderar: 6,3 por ciento.

En tanto, mientras crecen las especulaciones sobre una nueva propuesta para los holdouts y un acuerdo con el Club de París, el bono Descuento en pesos subió 0,2 por ciento.