El prestigioso economista paquistaní Anwar Shaikh cerró ayer las terceras jornadas de Economía Política, organizadas por la Universidad de General Sarmiento (UNGS). En su intervención, resaltó el carácter recurrente de las crisis en el capitalismo, a contramano del discurso dominante, que caracteriza a la debacle económica global como fruto de inconsistencias por falta de regulación. También advirtió sobre una posible recaída. En línea con Shaikh, los investigadores que participaron del panel dedicado a analizar la actual crisis mundial destacaron que la causa detrás del exceso de apalancamiento que motivó el estallido es la pérdida de competitividad estadounidense y el esquema regresivo que propició el neoliberalismo.

Durante los tres días en que se desarrollaron los paneles, buena parte del arco de economistas heterodoxos presentó diversas ponencias. “Tratamos de integrar un concepto propio de la Economía Política, pero que desafortunadamente se fue perdiendo: relacionar la teoría económica con las luchas obreras”, afirmó a este diario el coordinador de la carrera de Economía Política de la UNGS, Juan Santarcángelo.

Previo al cierre de Shaikh, uno de los paneles que se desarrolló ayer fue el de “Impactos de la crisis financiera”. En ésta, Horacio Rovelli (UBA) resaltó como principal causa de la actual crisis los problemas en la “economía real”. “Las causas son la baja productividad y competitividad estadounidense, y la baja participación de los asalariados en el PBI”, indicó. Ante ello, una de las vías para acrecentar el consumo fue la compra de viviendas. A la vez, criticó la idea de que la mera inyección de liquidez pueda dinamizar la recuperación. “Mientras no se convierta en crédito para financiar consumo e inversión, persistirá la incertidumbre, la recesión y la crisis”, agregó Rovelli.

Por su parte, Shaikh resaltó que la actual crisis no es un episodio aislado, generado por la mala regulación, sino que es uno de los mecanismos recurrentes que el capitalismo supone para conservar la tasa de ganancia. De esta forma, ubica las causas dentro del plano del devenir cíclico del sistema. En este sentido, remarcó que la crisis no constituye una situación de desequilibrio sino que, por el contrario, es equilibradora.