Para el ministro de Economía brasileño, Guido Mantega, las perspectivas de la economía de su país son tan alentadoras que pronosticó el triunfo de la industria de Brasil sobre las de China y Corea, aunque admitió que para ello se necesita un tipo de cambio más devaluado. Además, calculó que el PIB crecerá a una tasa cercana al 6,5 por ciento durante los próximos ocho años. Por su parte, el presidente Lula da Silva anunció que para el tercer trimestre se prevé un crecimiento del 9 por ciento contra el trimestre anterior. El año para la economía vecina cerraría con un avance del uno por ciento.

Brasil es, junto a China e India, uno de los países que está al frente del crecimiento de la economía mundial. Para el ministro de Economía Mantega, el desempeño positivo de 6,5 por ciento durante el año que viene, tasa anual que según su estimación se mantendría hasta 2017, “tendrá como base el mercado interno, tanto en relación al consumo como a la inversión”.

Lo anunció en un acto en la sede de la Confederación Nacional de la Industria (CNI). Sin embargo, reconoció el problema que significa para la industria brasileña la revaluación del real. Según un informe que citó, el tipo de cambio “ideal” sería de 2,60 reales por dólar, en lugar de 1,71 que cotiza actualmente. “Si esa fuera realmente la tasa de cambio, Brasil vencería a la industria china y a la coreana”, se entusiasmó Mantega.