La crisis requiere aún contención para evitar que siga contagiando a más mercados. El gobierno estadounidense pretende extender hasta octubre de 2010 el programa de 700.000 millones de dólares que fue lanzado hace más de un año para socorrer al sistema financiero y vence a fin de mes. El pedido fue elevado al Congreso por el titular del Tesoro, Timothy Geithner. En este caso, el megasalvataje tendrá como destino los compradores de casas que se enfrentan a remates y para capitalizar a los bancos pequeños y comunitarios, de manera que haya más crédito disponible para las empresas chicas. En tanto, se conoció una nueva víctima de la debacle financiera: Grecia. El primer ministro griego George Papandreu señaló ayer que, “por primera vez desde 1974, la paralización de las finanzas públicas amenaza la soberanía nacional”. La noticia generó una sobrerreacción en los mercados, especialmente en Europa, que para analistas consultados por este diario fue exagerada. En la Bolsa porteña, el retroceso fue de medio punto.

El gobierno estadounidense ya lleva inyectados unos 250.000 millones de dólares en el sistema bancario, mientras que el programa tiene disponibilidad por otros 309.500 millones para asistencias. La idea original era que se aplicaran esos recursos en la adquisición de hipotecas de alto riesgo y para socorrer a compradores de casas con problemas para afrontar sus cuotas. Sin embargo, el grueso de este megasalvataje se focalizó en nacionalizar instituciones financieras y de seguros. “El programa desempeñó un papel crucial en la prevención de un colapso financiero global, pero no estabilizó ese sistema ni ha ayudado a quienes pierden sus empleos y encaran la pérdida de sus casas”, reconoce la comisión supervisora del programa.

Ahora el programa prevé saldar esa deuda. Según manifestó Geithner a los legisladores en el Congreso, los fondos se emplearán para ayudar a los deudores hipotecarios y a las pymes. El Tesoro calcula que no utilizarán más de 550.000 millones de dólares de los 700.000 millones aprobados por el Congreso. Además, prevé que los reembolsos de las instituciones rescatadas que hoy se encuentran en una situación más desahogada se aceleren y sumen unos 175.000 millones de dólares hacia fines de 2010. No obstante, el dinero se mantendría en reserva para enfrentar posibles shocks de mercado, según afirmó Geithner.

Del otro lado del Atlántico, los mercados europeos volvieron a sacudirse con la crisis. Las Bolsas operaban con nerviosismo, preocupadas por la situación en Grecia y Dubai y posibles contagios en España y Rusia. La explosión de déficit y deudas públicas preocupa también a Gran Bretaña e Irlanda, en camino a drásticos recortes presupuestarios para contener sus cuentas y recuperar la confianza. Las principales plazas en el Viejo Continente cerraron en negativo, aunque en promedio no superaron el uno por ciento. “Puede existir algún impacto por lo de Grecia en los mercados emergentes y europeos, pero no como para generar una corrida. No tiene una situación comprometida, ya que cuenta con asistencia del Fondo”, dijo a este diario el titular de Arpenta, Julio Bruni.

En el mercado local el retroceso de su principal índice, el Merval, tuvo más que ver con el desplome en los precios del petróleo que con la situación en Europa. El incremento de las reservas semanales en Estados Unidos y la recuperación del dólar frente al euro llevaron al crudo a retroceder 2 dólares, a 70,67 el barril. En la plaza cambiaria, el promedio de las agencias de cambio mostró un dólar a 3,82 pesos, mientras que el euro retrocedió cuatro centavos, a 5,67 pesos.