ECONOMíA
El Central prepara más medidas para aflojar el control cambiario
La dupla Lavagna-Prat Gay se tomará dos semanas para evaluar el impacto de las últimas medidas antes de lanzar una nueva flexibilización. Subirán a 200.000 el límite para comprar dólares.
Por Claudio Zlotnik
La decisión ya está tomada: Roberto Lavagna y el jefe del Banco Central, Alfonso Prat Gay, testearán la marcha del dólar durante las primeras dos semanas del nuevo año. Si todo resulta bien, sin sobresaltos en el tipo de cambio, está decidido a ir más allá y seguir aflojando las restricciones al mercado cambiario: es decir, a la posibilidad de comprar divisas y girarlas al extranjero con mayor grado de libertad. Consultado por Página/12, un miembro del directorio del BC fue explícito: “La intención es tomar medidas adicionales antes de mediados de enero. Nos jugamos a obtener el visto bueno del Fondo Monetario antes de esa fecha, y así lograr el refinanciamiento de los fuertes vencimientos de deuda que se vienen”.
La iniciativa de Economía y el Central es polémica: la flexibilización del control cambiario abre las puertas a una fuga de capitales, precisamente, uno de los mayores trastornos de la crisis histórica que sufre la Argentina. De fondo existen dos razones, según argumentan en Economía: una es que el FMI ejerce fuerte presión para levantar los controles. Para Washington es indeseable que los bancos y multinacionales que operan en el país se vean impedidos de girar divisas a sus países de origen. También alegan que la Argentina debería sincerar sus variables económicas antes de firmar un acuerdo. Según los técnicos, podría suceder que el veranito financiero sea una consecuencia del cerrojo y no de una mejor perspectiva de los agentes económicos en la marcha de la economía.
La segunda razón hay que buscarla en el supuesto peligro de un brote inflacionario, que sería alimentado por la cantidad de pesos que emite el Banco Central para comprar los dólares de los exportadores. En lo que va del mes, el BC lanzó al mercado unos 1850 millones de pesos que –temen en los despachos oficiales– podrían presionar sobre el nivel de precios en un futuro cercano.
Hay otro tema que desvela a los lavagnistas: la situación en Brasil. Temen que una constante apreciación del peso termine licuando la ventaja competitiva sobre el país vecino y, por ende, se diluya la esperanza de que las exportaciones a Brasil sean uno de los motores de la reactivación. Según estimaciones privadas, el tipo de cambio real argentino se encuentra 15 por ciento por encima del brasileño, después de tocar un máximo de 60 por ciento a comienzos de 2002.
La relación con los exportadores es, para Lavagna, un tema sensible. El ministro quiere que los operadores mantengan el actual ritmo de liquidaciones de divisas, superiores a 50 millones de dólares diarios, y pretende evitar que una retracción de la moneda estadounidense cambie las expectativas de las compañías exportadoras y que éstas retengan billetes, tal como sucedía a principios de año.
Bajo esta perspectiva, en el Palacio de Hacienda aseguran que no permitirán que el dólar baje más allá de los 3,30 pesos (el último viernes cerró a 3,43), y es por ese motivo también que se están analizando las próximas medidas para incrementar la demanda de dólares y evitar su supuesta caída. ¿Cuáles son las iniciativas que se analizan?
- Comprar más dólares. Elevar de 150.000 a 200.000 dólares el tope máximo mensual para la adquisición de dólares por parte de empresas y particulares. En principio se evalúa que esta posibilidad sea sólo extensiva para determinadas operaciones. Hasta la semana pasada, el límite era de 100.000 dólares.
- Bancos. Permitir que las entidades financieras puedan acumular hasta 6 por ciento de sus patrimonios en divisas. Ahora, el tope es del 5 por ciento.
- Pagos de capital para las deudas empresarias. Las últimas medidas posibilitaron el pago de intereses y de aquellas deudas por cuyos pagos se había solicitado la autorización respectiva. Ahora también les levantarían el cepo a las compañías que reestructuraron sus pasivos con los acreedores extranjeros que hayan logrado quitas y refinanciaciones.
- Importaciones. Se ampliaría el pago anticipado del 100 por ciento de las compras a más rubros. Por ahora, esta chance sólo existe para las importaciones de bienes de capital, repuestos, partes y piezas.
“El cerrojo se va a ir liberando en forma paulatina. Si bien estamos buscando un rápido acuerdo con el Fondo, hay que ser muy cuidadosos en cada decisión. Pero lo cierto es que no vemos una salida de capitales violenta a partir de estas decisiones”, señaló el estrecho colaborador del ministro a este diario. Según la fuente, la demanda de dólares se debería incrementar en 150 millones de dólares mensuales con las medidas ya anunciadas, mientras que el impacto de las iniciativas que se están evaluando sería similar. El viernes pasado ya se vio el primer efecto: las compras de dólares mayoristas fueron por 32 millones de dólares, el triple que la jornada anterior.
¿No será un costo demasiado elevado con tal de seguir enviando señales de amor al Fondo y, al mismo tiempo, prevenir un mal, como la inflación, del cual hasta el momento no existe evidencia alguna? En medio del veranito financiero, de un panorama económico que quizá ni el propio Eduardo Duhalde imaginaba hace apenas un semestre, cuando el dólar tocó los 4 pesos, Lavagna y Prat Gay deberían plantearse acaso si con las nuevas medidas no están jugando con fuego.