El dólar exhibió ayer una leve mejora respecto de las principales monedas internacionales. No obstante, los movimientos fueron leves, luego de un fin de semana en el que los banqueros centrales de las principales potencias no llegaran a ponerse de acuerdo en una medida conjunta para evitar una “guerra de monedas”. Los funcionarios se encontraron en la asamblea anual del Fondo Monetario y en la reunión de ministros del G-20. El tema central de esos encuentros fue la depreciación de algunas monedas y el fuerte ingreso de capitales en algunos mercados, lo que imposibilita una recuperación equilibrada de la economía global.

En la plaza cambiaria, el euro perdió terreno frente al billete verde y se cotizó a 1,38 dólar. La divisa estadounidense también mejoró levemente contra el yen, pero perdió posiciones contra la libra y el franco. En contraposición, el oro alcanzó un nuevo máximo 1354 dólares por onza. En el mercado accionario de Nueva York se registraron también mínimos avances. El Dow Jones cerró con un ajuste de 0,03 por ciento. Del otro lado del Atlántico, los principales índices tuvieron un comportamiento similar. Londres ganó 0,3 por ciento; París, 0,1; Frankfurt, 0,3; Madrid, 0,2; Estocolmo, 0,6; y Londres, 0,3.

El contexto externo bastó para que la mayoría de las plazas latinoamericanas finalizaron en positivo, salvo Buenos Aires, Montevideo y Santiago, que no operaron por el feriado. El mercado más importante de la región, San Pablo, finalizó con un ligero avance, de 0,2 por ciento, hasta registrar las 70.946 unidades, en una jornada con pocos negocios. Su par de Lima, que lo sigue en volumen de operaciones, finalizó la sesión con un 1 por ciento de alza, impulsada por la suba de los precios internacionales de los minerales y las mayores ganancias de los sectores telecomunicaciones y agroindustria.