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Altas fuentes del Ministerio de Economía estimaron que el costo fiscal de la pesificación podría llegar al 4,5 por ciento del Producto, esto es alrededor del 12.600 millones de pesos. Además, luego de la moratoria unilateral en el pago de la deuda externa, el Gobierno retomará en marzo las negociaciones con los acreedores externos.
Aunque aún no están listos los datos oficiales, pero a septiembre de 2001 el PIB ascendía a 280.000 millones de pesos, por lo que la pesificación le costaría al gobierno alrededor de 12.600 millones de pesos. Este será el importe neto que el Estado transferirá a los bancos para compensarlos por el diferencial de 40 centavos por cada dolar transformado a peso a la relación de 1,40 del caducado cambio oficial.
Algunos economistas habían estimado que la emisión de bonos por parte del Estado para compensar a los bancos implicaría una carga equivalente a unos 9500 millones de dólares, los que incluso a la relación 1,40 están por encima de la estimación reconocida por Economía.
El Gobierno aseguró a los banqueros que dentro de un mes espera contar con los instrumentos que utilizará para compensarlos y el tipo de subsidio que les dará, dijo la fuente y añadió que los bancos aceptaron plazo.
En otro orden, la fuente adelantó que en marzo se iniciará la negociación del segundo tramo del canje de la deuda con los acreedores externos. Todo parece indicar que el supuesto alivio de la cesación de pagos unilateral decidida a fines de diciembre durará menos de lo esperado y que las presiones de los organismos internacionales lograron acelerar estos plazos. En la primera fase de refinanciación de la deuda pública, conocida como tramo local, se habían canjeado bonos por 50 mil millones de dólares. El tramo externo involucra papeles por una cifra similar.