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Juan Llach.
“Hay que dar señales”

El ex viceministro de Economía Juan José Llach afirmó hoy que “es imprescindible” que la Argentina cuente con el apoyo internacional para salir de la crisis, aunque consideró que para esto “es vital que se den señales” en materia de gasto público y reformas pendientes. Para el ex segundo de Domingo Cavallo durante la primera gestión de Carlos Menem “Argentina puede obtener apoyo internacional en la medida en que haya un presupuesto que se vote y medidas complementarias. Es vital que se den señales en la responsabilidad fiscal en los niveles de gobierno. Para esto, hay que eliminar privilegios, reducir gastos políticos, una reforma del estado, responsabilidad de recaudar a las provincias. No es para dentro de tres meses, sino que es para hacerlo ahora”, explicó.

Guillermo Calvo.
“Es una buena idea”

Guillermo Calvo, economista jefe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), afirmó que la pesificación total de la economía “es una buena idea” para optar por la flotación cambiaria, y expresó su preocupación por el descalce que se producirá tras pasar los préstamos a pesos a valor de 1 a 1 y los depósitos a 1,40 peso. Según sus argumentos: “Dado que se quieren ir a una flotación, pesificar toda la economía es una buena idea, pero me preocupa que los depósitos en dólares sean pesificados a 1,40 mientras que los préstamos se quedan a uno a uno. Se crea es una nueva moneda bancaria que no creo que ayude mucho en la transparencia del sistema financiero. Se debe abrir totalmente el corralito: yo hubiera pesificado los depósitos a uno y le hubiese dado a la gente la posibilidad de tomar un bono para quedarse en dólares”.

Claudio Lozano.
“Descomunal licuación”

Claudio Lozano, economista y director de estudios del CTA, dijo que con la pesificación de las deudas, si bien se beneficia a los pequeños deudores, le promueve un proceso “descomunal de licuación de pasivos para los grupos económicos” y habrá costos que deberá pagarlos el Estado nacional. “Me resulta muy difícil plantear qué es lo mejor en las medidas. Unificar el mercado cambiario, va a implicar una nueva devaluación, con un nuevo tipo de cambio en una franja de 1,4 y 2,2 pesos. Esto será una nueva erosión sobre los ingresos populares y una nueva transferencia de ingresos a los exportadores y a aquellos que tienen dólares acumulados en el exterior. La pesificación, es mejor para los pequeños endeudados, pero la generalización del uno a uno implica un proceso descomunal de licuación de pasivos para los grupos empresarios más importantes”.