La actividad económica registró en febrero un crecimiento del 8,7 por ciento respecto de igual mes del año pasado. El dato fue entregado ayer por el Indec y es un adelanto del informe trimestral sobre la evolución del Producto Interno Bruto. El aumento en relación a enero fue del 0,4 por ciento, en tanto que en el primer bimestre del año la expansión resultó del 9,1 en comparación con igual período de 2010. Y en doce meses, el aumento fue del 9,6. Estos anticipos confirman que la economía sostiene la tendencia de un fuerte crecimiento que ya lleva más de un año y medio. Septiembre de 2009 fue el último mes con una caída interanual, como consecuencia de la crisis internacional, y de ahí en adelante se encadenaron 19 meses seguidos de suba.

El Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) incorpora los resultados de distintos sectores económicos, como el industrial, el agropecuario, los servicios, el comercio y la construcción. En todos ellos hubo aumentos elevados durante febrero, en varios casos de dos dígitos. Lo mismo ocurría hace un año, pero en aquel momento la interpretación generalizada era que la economía se estaba recuperando del frenazo de 2009, cuando el PIB subió 0,9 por ciento de acuerdo con la medición oficial y cayó entre 2 y 3 por ciento según las consultoras privadas, cuyas metodologías y fuentes de información se desconocen. Este año, el crecimiento se da sobre una base más elevada.

En 2010, el PIB experimentó un avance de 9,2 por ciento. El consumo fue uno de los puntales, el cual se sostuvo este verano. La actividad turística aportó al crecimiento, pero el desagregado de esa información se conocerá cuando se publique el informe trimestral sobre la marcha del Producto. Entre tanto, otros indicadores que presenta el Indec son los de consumo de servicios públicos, que en febrero tuvo una escalada del 11,8 por ciento interanual, de ventas de supermercados, con un avance del 15,5 por ciento, y de shopping, con un incremento del 16,3. Por su parte, los patentamientos de vehículos aumentaron 33 por ciento contra febrero de 2010 y rozaron los 60 mil.

En aquel mes, la industria tuvo un crecimiento del 8,9 por ciento interanual, con lo cual el primer bimestre finalizó con un aumento del 9,7. Si bien el sector automotor fue –y sigue siendo– la locomotora de esa expansión, la mayoría de los rubros fabriles terminaron en alza. En la construcción la mejora fue aún más alta. Anotó 13,2 por ciento interanual. Por el lado del comercio exterior, los números también evidencian el importante dinamismo que tiene la economía, con un incremento de las exportaciones del 27 por ciento y una suba todavía mayor de las importaciones, del 45 por ciento. Este último dato es explicado por el Gobierno como un aumento de las inversiones del sector privado, ya que las compras al exterior que más crecen son las de insumos y bienes de capital. Sin embargo, para la Unión Industrial Argentina son un síntoma de la pérdida de competitividad cambiaria, dada la escasa devaluación del peso en un contexto inflacionario.

El Ministerio de Economía dejó trascender que su última estimación para 2011 es de un avance del PIB del 6,6 por ciento, aunque ese número se viene corriendo a medida que pasan los meses. El Fondo Monetario Internacional, en tanto, proyectó un avance del 6,0 por ciento, el segundo más alto de América latina, pero al mismo tiempo y sin una explicación coherente que lo sostenga proyectó un aumento del desempleo del 9 por ciento.