El saldo comercial de marzo arrojó un superávit de 667 millones de dólares, lo que implicó una mejora de 141,7 por ciento respecto de igual mes de 2010. El buen desempeño externo estuvo ligado a un menor ritmo en el crecimiento de las importaciones, en comparación con lo exhibido en los últimos meses. Durante el primer trimestre la diferencia entre las ventas y las compras externas alcanzó un superávit de 1788 millones de dólares, un 10 por ciento por debajo del resultado positivo obtenido entre enero y marzo de 2010. Los rubros que registraron mayores aumentos en las exportaciones fueron cereales, grasas y aceites, residuos de la industria alimentaria, material de transporte y productos químicos. La compras estuvieron lideradas por combustibles y lubricantes, bienes intermedios, piezas y accesorios para bienes de capital.

Las medidas adoptadas por el Ministerio de Industria y la Secretaría de Comercio Interior para estabilizar la balanza comercial en algunos sectores deficitarios o detener la erosión del superávit comenzó a notarse en las cifras de marzo. Las importaciones ascendieron a 5638 millones de dólares, con un aumento de 28 por ciento respecto de marzo del año pasado, mientras que el crecimiento interanual de febrero había sido de 39 por ciento, y el de enero, de 52 por ciento. En cambio, las exportaciones mantuvieron su ritmo: sumaron 6305 millones de dólares, un 35 por ciento por encima de los valores de igual mes de 2010. Las ventas externas venían mostrando crecimiento de 37 por ciento en febrero y de 22 por ciento en enero.

Las exportaciones del primer trimestre ascendieron a 17.104 millones de dólares, un 31 por ciento más que en igual período de 2010 y 7 por ciento por arriba del registro de 2008, que hasta ahora ostentaba la mayor marca de la historia. Con estos resultados, en el Ministerio de Industria anticipan que 2011 marcará un nuevo record en ventas al exterior. En cuanto a las importaciones del trimestre, llegaron a 15.316 millones, 38 por ciento más que el año pasado.

Las medidas oficiales se focalizaron en las últimas semanas en el sector automotor, donde históricamente el país mantiene un rojo en la balanza comercial, en particular con Brasil, debido a la escasa integración de piezas locales en el ensamble de unidades nuevas. El Gobierno acordó con cinco terminales e importadoras sendos programas de equilibrio entre ventas y compras externas, que se traducirá en un aporte de 2200 millones de dólares. A su vez, la cartera de Industria continúa las negociaciones con otras firmas en igual sentido, y ayer anunció una inversión de 1,7 millón de pesos de la fabricante de motos Suzuki para instalar una planta en San Isidro, Buenos Aires, que permitirá reducir importaciones por unos 10 millones de pesos anuales.

Las manufacturas de origen industrial, con 34 por ciento de participación, y las de origen agropecuario, con otro 34 por ciento, fueron las que tuvieron mayor incidencia en las exportaciones. Por el lado de las importaciones, las de bienes intermedios representaron el 32 por ciento, mientras que las de bienes de capital siguieron en importancia con el 21 por ciento.

El sector agropecuario se impuso nuevamente en la balanza comercial, con un importante incremento en los volúmenes enviados al mundo. El mayor incremento absoluto fue en manufacturas de origen agropecuario, cuyas ventas registraron un ascenso de 73 por ciento interanual. El guarismo se compone de un alza de 30 por ciento en cantidades y de 33 en los precios. Le siguieron las ventas de productos primarios, que subieron 72 por ciento, con un 26 por ciento derivado de precios y un 36 por cantidades. Completaron el podio las manufacturas de origen industrial, con una suba de 7 por ciento que se explica en su totalidad por una mejora en los precios.