La Anses recibió un apoyo inesperado en su estrategia de colocar directores en las empresas de las que participa como accionista. Ayer lo hizo en el Grupo Financiero Galicia y en el Banco Patagonia. Si bien el organismo no contaba con los votos necesarios para imponer su director, en ambos casos lo pudo hacer gracias al apoyo del accionista mayoritario. En conferencia de prensa, el ministro de Economía, Amado Boudou, y el titular de la Anses, Diego Bossio, señalaron que durante la jornada triunfó la “normalidad y racionalidad” y que las asambleas se desarrollaron “sin dificultad ni conflicto”. La presidenta Cristina Fernández, a su vez, defendió la decisión del Estado de “formar parte de importantes firmas para poder ayudar a esas empresas, si es necesario, a que tengan mayor grado de rentabilidad”.

Hoy es la asamblea del Grupo Clarín, y la posición que el multimedios tome frente al decreto de necesidad y urgencia 441, que habilitó a la Anses a hacer valer el derecho político de sus acciones, será relevante en términos políticos para medir la fortaleza del reclamo de Techint, que en su momento intentó desconocer la medida. La Anses, a su vez, podría cuestionar la política de distribución de dividendos de Clarín. Si se repartiera la ganancia acumulada por las 43 firmas que forman parte del Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) del organismo, ingresarían unos seis mil millones de pesos a las arcas públicas.

La Anses posee el 20,44 por ciento del capital social del Grupo Galicia, aunque cerca del 8,76 por ciento de los votos, contra casi el 60 por ciento que posee el accionista mayoritario. La diferencia entre los derechos económicos y políticos de la Anses se debe a que la empresa emite acciones de distinta clase, con derecho a cinco votos para el accionista principal y a sólo un voto para los minoritarios. Ese reducido peso del Estado complicaba la designación de un director propio, aun ejerciendo el voto acumulativo. Sin embargo, el accionista controlante apoyó la moción de la Anses para designar a Guido Forcieri como director independiente.

“La asamblea de accionistas fue rápida y muy tranquila. Es mejor no entrar en una disputa con la Anses, que tiene buena parte del paquete accionario. Por eso apoyamos su postura”, comentaron desde el Galicia a este diario. El accionista mayoritario junto con la Anses votaron de forma conjunta a la hora de aprobar los estados contables, la designación de directores y la distribución de dividendos. Forcieri se desempeña como jefe de Asesores del Gabinete del Ministerio de Economía y antes trabajó como gerente en el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses. También fue director por parte del Estado en Quickfood.

El Banco Patagonia también realizó su asamblea de accionistas ayer, con resultado para la Anses igualmente exitoso. El organismo previsional posee el 15,9 por ciento de la entidad, y con el voto acumulativo no llegaba a ganar la votación para poner un director. El apoyo que le brindó al Estado el Banco do Brasil, que es el accionista controlante con el 61 por ciento del capital, fue decisivo. Hubo acuerdo en la designación de todos los nuevos directores, entre ellos Juan Domingo Mazzón, por parte de la Anses, el hijo del operador de Casa Rosada, Juan Carlos Mazzón.

También se aprobó el balance contable del Patagonia y la distribución de dividendos por un total de 240,7 millones de pesos. De esa suma, a la Anses le corresponden algo menos de 40 millones de pesos. En el caso del Grupo Galicia, se aprobó una distribución de dividendos de 24 millones de pesos, sobre una ganancia de 408 millones. La forma en que todas las entidades bancarias reparten sus ganancias está controlada por el Banco Central, que debe proteger la posición de liquidez y solvencia de los bancos antes del reparto de dividendos a sus propietarios.

“Las últimas asambleas en Banco Macro, Consultatio, Grupo Galicia y Banco Patagonia han sucedido con racionalidad de funcionamiento”, manifestó Boudou. Ese buen clima contrasta con la situación de Siderar. La controlada por Techint sufrió un revés en la Justicia, que a pedido de la Anses otorgó una cautelar que congeló el destino de los dividendos. El Gobierno entiende que ese fallo es una señal que avala el reclamo del Estado para que las firmas donde la Anses tiene inversiones repartan sus ganancias a los accionistas. Según explicó Bossio, las 43 empresas en las cuales la Anses mantiene acciones tienen unos 65 mil millones de pesos inmovilizados en dividendos que no distribuyen. Si se repartieran, el FGS de la Anses recibiría unos seis mil millones de pesos.

Ninguna de las empresas que realizó asambleas de accionistas, salvo Techint, desconoció la vigencia del DNU 441. “Lo de Techint es un ataque a la seguridad jurídica y al Estado de derecho”, criticó Boudou, quien apoyó la designación del economista Axel Kicillof como representante del Estado en Siderar.