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A un año del ajuste fiscal recesivo y desregulación laboral que emprendió el gobierno de Grecia, a cambio de un paquete de ayuda por 110 mil millones de euros de la Unión Europea y el FMI, el capítulo helénico de la crisis estructural en la Eurozona se profundiza. Mientras una misión del Fondo y la UE se encuentra en Atenas para determinar si las autoridades griegas cumplieron con los parámetros del ajuste del sector público y reducción del déficit al que se comprometieron, el Ministerio de Finanzas de ese país desmintió que estuviera analizando solicitar un nuevo plan de ayuda económica. También existen versiones sobre una posible prolongación de los plazos de devolución o la reducción en el costo de ese endeudamiento. En ese escenario, las principales plazas bursátiles europeas cerraron en alza.

“No estamos barajando la posibilidad de un nuevo paquete de rescate”, comentaron desde el Ministerio de Finanzas. “Grecia se encuentra en un punto clave y la mayoría del pueblo heleno desea que continuemos con las reformas”, sostuvo ayer el primer ministro griego, el socialista Yorgos Papandreu, tras ser recibido de forma urgente por el presidente Carolos Papulias.

Aunque el gobierno de Grecia lo niega, las autoridades europeas sostienen que la semana que viene comenzarán a analizar un nuevo plan de ayuda. En ese sentido, la mandataria alemana, Angela Merkel, señaló que antes de comenzar a diseñar un paquete adicional de financiamiento para Grecia “tengo que analizar los resultados de la misión del Banco Central Europeo, la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional”. La supuesta cifra adicional oscila entre los 25 mil y 60 mil millones de euros, para renovar vencimientos frente a las dificultades crecientes que encuentra el país para financiarse en los mercados.

El lunes la agencia calificadora de riesgo Standard & Poor’s redujo en dos escalones la nota de la deuda griega, que pasó a la categoría “B” para el largo plazo y “C” en el corto. A su vez, Moody’s había alertado que ponía bajo revisión la calificación de las obligaciones helénicas. Esa misma agencia anunció ayer que colocó en la misma situación a ocho bancos griegos.

En medio del debate sobre la solvencia de su sistema financiero, Grecia realizó ayer una nueva colocación de deuda a una tasa superior a la registrada en su última emisión. El país colocó 1625 millones de euros en Letras, a una tasa de 4,9 por ciento. Luego de esa subasta la prima de riesgo de los bonos griegos a diez años respecto de sus homólogos alemanes se mantuvo estable. Si bien las Bolsas operaron con calma, en el resto de las economías periféricas de la UE, como España, Portugal o Irlanda, siguen con preocupación la situación económica de Grecia.