Productores tamberos de todo el país se reunirán el miércoles en Nuevo Torino, localidad de la cuenca lechera santafesina. El objetivo es consensuar una serie de acciones y protestas para pedir que la industria les pague $ 1,80 el litro de leche. “Luchamos por una mejora del precio al productor, en función de lo que vale internacionalmente la leche en polvo y lo que están abonando los consumidores en las góndolas”, sostuvo Daniel Oggero, director de Federación Agraria. Los empresarios piden un aumento para negociar porque el incremento de la producción está llevando los precios a la baja. Sin embargo, el valor que reciben actualmente está muy por encima de lo facturado en los últimos años.

La industria les pagó en abril 1,57 peso por litro en promedio, según datos del Ministerio de Agricultura. Son unos 38 centavos de dólar. En abril del año pasado, el precio mayorista era de 1,30 peso (33 centavos de dólar, de acuerdo con la cotización de entonces). En el mismo período de 2009, su ingreso era de 22 centavos de dólar y en el mejor momento de la década del ’90, con la economía dolarizada, cobraban 21 centavos del billete verde. Estos datos dejan en claro que el ingreso actual es extraordinario en términos históricos, y en los últimos dos años lograron una mejora en dólares del 80 por ciento. Es difícil encontrar otro sector de la economía que se haya beneficiado con una suba similar.

Los tamberos de todos modos se quejan, pero no porque su situación sea crítica sino porque, como señaló Oggero, quieren un reparto más equitativo al interior de la cadena láctea. Los precios de los lácteos en góndolas de supermercados y almacenes subió en los últimos meses y la cotización internacional de la leche en polvo es alta. A fines de marzo llegó a cotizar a 4937 dólares la tonelada y ahora oscila los 4000 dólares.

Desde la Comisión de Lechería de Federación Agraria se enviaron notas al ministro de Agricultura, Julián Domínguez; al subsecretario de Lechería, Arturo Videla, y al ministro de la Producción de la provincia de Santa Fe, Juan José Bertero. “En esas cartas manifestamos que no estamos dispuestos a convalidar ni aceptar baja alguna en el precio que reciben los productores. Reclamamos un mínimo de 1,80 peso”, afirmó Guillermo Giannasi, titular de la Comisión.

Los productores quieren que se transparente la cadena láctea y lograr que algunos sectores de la comercialización y las industrias también ganen un poco menos. Lo que queda claro es que ningún sector atraviesa situaciones de quebranto y que lo que está expuesta es una clara pelea por la renta láctea.

La industria se queja por los acuerdos de precios y dice que opera con rentabilidad escasa. El principal operador en este eslabón es La Serenísima, que concentra más del 50 por ciento del mercado de la leche. Cuando tienen que dar cuenta de su situación, los directivos de la firma muestran los números de esa compañía. Sin embargo, lo que no dicen es que, en 1999, Pascual Mastellone le transfirió la “crema” del negocio lácteo a Danone, donde todavía tiene intereses comerciales y esa compañía obtiene ganancias extraordinarias. La mayoría de sus productos entra en el segmento premium, donde el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, autoriza mayores aumentos. Es decir: Mastellone se queja por el precio que les paga a los tamberos y quiere pagar menos. Muestra los balances de La Serenísima, pero no los de Danone. Los tamberos son conscientes de esa situación y por eso reclaman mantener los precios actuales e incluso ampliarlos, pero su supervivencia no está en juego, pues sus ingresos son muy buenos, aun en el contexto actual.