Los empresarios del sector de bienes de capital pidieron al Gobierno mejores condiciones de acceso al financiamiento, una política más activa de “compre nacional” y mayores incentivos fiscales para hacer frente a los objetivos que trazó el Ministerio de Industria, que fueron presentados ayer en el sexto encuentro sectorial del Plan Estratégico Industrial 2020. “Debemos continuar nuestras férreas políticas industriales y no sólo admirar a países vecinos que las mantuvieron por décadas”, señaló la ministra de Industria, Débora Giorgi. En la producción nacional de bienes de capital, excluyendo maquinaria agrícola y la industria automotriz, participan más de tres mil empresas, en su mayoría de capital nacional y pymes. El empleo en el sector llega a 58 mil trabajadores registrados.

La demanda de bienes de capital presenta históricamente una fuerte sensibilidad a los cambios en el nivel de actividad. Como la fabricación local es limitada y la sustitución de importaciones en el sector es más compleja que en los bienes finales, el crecimiento económico en general deriva en una fuerte suba del déficit comercial sectorial. Desde un escenario casi equilibrado en 2003, el déficit en bienes de capital fue de casi cuatro mil millones de dólares en 2010. Es particularmente alta la participación de los importados en aparatos de distribución y control de la energía eléctrica, instrumentos y aparatos para medición, máquinas-herramienta y maquinaria para productos textiles, entre otros.

Las proyecciones de Industria llevan ese rojo a cerca de 9 mil millones en 2020, de continuar la actual tendencia. En cambio, en el Plan Estratégico se supone un escenario equilibrado para ese año y un aumento del 14 por ciento anual en la fabricación nacional de bienes de capital, para ocupar el 65 por ciento del mercado interno, cuando en la actualidad su peso es del 43 por ciento. También prevé que para 2020 se hayan generado 44 mil empleos y que las exportaciones crezcan a un ritmo de un 24,4 por ciento anual, para llegar a los 6300 millones de dólares.

Empresarios del sector consideran que lograr un equilibrio comercial luego de un proceso de intenso crecimiento es una meta muy difícil de alcanzar y señalan que sólo países con fuerte presencia en el segmento de bienes de capital, como Alemania, Japón o Francia, tienen las cuentas equilibradas. Sin embargo, advierten que hay posibilidades de sustituir importaciones y ganar porción del mercado en maquinaria agrícola (que no estuvo incluida en el foro de ayer), equipamiento para la industria alimentaria e infraestructura energética. Detectan potencialidad exportadora en equipamiento hospitalario.

Desde Adimra, entidad que nuclea a las cámaras empresarias metalúrgicas, le presentaron una propuesta a Giorgi para “generar un marco de inversión en el sector”. Incluye el pedido de mejora en el acceso al financiamiento, la desgravación de la reinversión de utilidades, una política más decidida de “compre nacional” por parte del Estado, incentivos fiscales y la mejora en la formación de recursos humanos. Los industriales también consideran necesario ligar las políticas públicas al desempeño de las empresas, un modelo utilizado por los países del sudeste asiático. Giorgi destacó las medidas fiscales y financieras que aplica el Gobierno en favor del sector y agregó que la política de administración de comercio mediante licencias no automáticas de importación, antidumping y valores criterio se continuará utilizando para proteger la fabricación de bienes de capital.