El Gobierno firmó un acuerdo con la Cámara de Importadores (CIRA) para ejercer un control más detallado de la mercadería que ingresa al país. En el acto estuvieron todos los ministros que tienen injerencia en el comercio exterior: Amado Boudou (Economía), Débora Giorgi (Industria) y Héctor Timerman (canciller). También participaron el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, artífice del acuerdo, y el secretario de Industria, Eduardo Bianchi. “Esto marca que el Estado está trabajando articuladamente con el sector privado. Además, apostamos a crecer de manera sustentable, con los mecanismos para cuidar las cadena de importaciones y la balanza comercial”, afirmó Boudou. La iniciativa, que será llevada adelante por los importadores, le permitirá al Ejecutivo gestionar de manera más eficaz las licencias no automáticas. Además, podrá controlar que la mercadería que entra al país es la misma que fue declarada ante la Aduana.

El acuerdo fue rubricado en la Secretaría de Comercio Interior. El Ejecutivo continuará con su política de licencias no automáticas, instrumento utilizado para lograr un equilibrio en la balanza comercial. Pero con este acuerdo marco apostará a una gestión más eficiente del comercio exterior. “Es importante que los empresarios se hayan involucrado en el cuidado del mercado interno, aportando información necesaria y fehaciente sobre el proceso de importación”, manifestó Giorgi. “El problema que tenemos es que muchas posiciones arancelarias incluyen productos sobre los cuales el Gobierno no quiere limitar su ingreso, pero caen en la misma bolsa. Ahora, apuntaremos a garantizar la trazabilidad en la identificación de los bienes para evitarnos inconvenientes”, explicó a Página/12 Diego Pérez Santisteban, presidente de CIRA.

Con la información que detallarán los importadores, el Estado también podrá mejorar su capacidad fiscalizadora. Según el titular de CIRA, existen aproximadamente 1000 posiciones arancelarias denominadas en la jerga aduanera “aranceles bolsas”, que incluyen distintas productos dentro de una misma nomenclatura, lo que hace engorroso el proceso de identificación. “Este podría ser el paso previo para modificar el sistema arancelario”, agregó Santisteban. “Este acuerdo evitará que se generen inconvenientes en la descripción de los productos, ya que a veces se dificulta saber si lo que entra al país es lo realmente declarado”, agregó Guillermo Moreno. Los ministros que ayer participaron de la firma del acuerdo quieren avanzar en este tema, pero no será una tarea sencilla. Primero habría que modificar el sistema informático de Aduana y después negociar con los socios del Mercosur las nuevas posiciones arancelarias.

La firma del acuerdo fue una señal política hacia el sector empresario, y puntualmente los importadores, los más afectados con las licencias no automáticas. “Estamos acostumbrados a ser los malos de la película, pero el 80 por ciento de las importaciones sirven para generar otros bienes que se consumen el país. Estamos convencidos del círculo virtuoso detrás de la sustitución de importaciones”, concluyó el presidente de CIRA.