“Insisten en programas de ajuste que son muy nocivos. Esos planes son como un remedio que mata al enfermo. No hay sociedad que pueda crecer en forma sostenida si se profundiza la brecha de desigualdad”, sostuvo la presidenta Cristina Fernández de Kirchner durante el cierre de las Jornadas Monetarias del Banco Central. La mandataria cuestionó la autonomía de las autoridades monetarias, pilar neoliberal que rige el diseño institucional de esas entidades, y llamó a repensar el rol de los bancos centrales y los “esquemas tradicionales de pensamiento económico”.

Ante una audiencia donde predominaban los economistas, CFK consideró que para cumplir con la preservación del valor de la moneda, actual objetivo del BCRA, es necesario “generar puestos de trabajo, impulsar el mercado interno y las exportaciones”.

La Presidenta llegó al Hotel Four Seasons acompañada por el ministro de Economía y candidato a vicepresidente, Amado Boudou. Durante su discurso la mandataria volvió a resaltar, como sucedió el sábado pasado en la quinta de Olivos, el rol del funcionario al proponer la renacionalización del sistema de jubilaciones y pensiones en 2008. La anfitriona y titular del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, la responsable de la cartera de Industria, Débora Giorgi, y el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, ocuparon el resto de las sillas en el escenario principal durante la extensa presentación que realizó la mandataria. Carlos Zannini, secretario de Legal y Técnica, también estuvo presente pero se quedó tras bambalinas como el titular de Anses, Diego Bossio.

CFK recurrió a la crisis financiera de Grecia y sus similitudes con el estallido de la convertibilidad en 2001-2002 como punto de partida para su exposición. “Tarde o temprano vendrá la reestructuración de la deuda, la están demorando, pero cuanto más la demoran, más terrible será la crisis”, apuntó luego de cuestionar el ajuste diseñado por la Unión Europea y el FMI que aprobó el gobierno griego el miércoles pasado. La Presidenta defendió la reestructuración y la quita de deuda que llevó adelante Argentina: “La única posibilidad política y económica de abordar nuestros compromisos externos era mediante el crecimiento y el desarrollo del mercado interno, crear puestos de trabajo, programas sociales eficientes para abordar los problemas de aquellos que aun no se incorporaron al mercado de trabajo formal y recuperar el rol del Estado”, consideró.

La funcionaria no perdió la oportunidad para retomar uno de los ejes de las Jornadas Monetarias y cuestionar los pilares de la teoría económica dominante que remató con un reclamo a los economistas locales y extranjeros para que “salgan de los esquemas tradicionales de pensamiento”. Frente a los economistas, banqueros y funcionarios que la escuchaban, Cristina Fernández hizo hincapié en la relevancia de preservar la demanda agregada y mejorar la distribución del ingreso como condición necesaria para afianzar el proceso de crecimiento, un argumento que se repitió a lo largo de las exposiciones de los distintos invitados.

“¿Qué sentido tiene que un país tenga reservas excedentes por las cuales recibe el 0,5 por ciento de intereses por año y tenga que salir a buscar financiamiento al mercado que nos cobraba tasas del 15 por ciento? No hay explicación lógica”, sostuvo CFK en referencia a la utilización de las reservas del Banco Central para hacer frente a los vencimientos de la deuda en 2010 y 2011. CFK mencionó el “atrincheramiento” del desplazado ex titular del Central, Martín Redrado, y consideró que “los números demostraron que realmente habíamos abordado correctamente el problema”. La Presidenta también cuestionó la autonomía e independencia del Banco Central: “Cómo se hace para cuidar el valor de la moneda si la economía que es representada a través de esa unidad monetaria no genera trabajo, valor agregado, exportaciones y producción interna”, señaló.

La Presidenta destacó el incipiente crecimiento del crédito destinado al sector real, pero reconoció que aún existen limitaciones. Desde que desembarcó en el Banco Central, uno de los objetivos de Marcó del Pont fue el de impulsar el escaso nivel de crédito. En la actualidad, los préstamos productivos representan el 12 por ciento del PIB. En ese sentido, algunos funcionarios destacaban la presencia de la ministra de Industria. La cartera de Giorgi es la encargada de gestionar el Programa de Financiamiento Productivo del Bicentenario. La línea de crédito por 8000 millones de pesos que financia el Banco Central ofrece fondeo de hasta cinco años a tasa fija de 9,9 por ciento en pesos para proyectos de inversión productiva.

Cuando concluyó el evento, el ministro de Economía se retiró junto al subgerente general de Aerolíneas Argentinas, Axel Kicillof. En el trayecto hacia la salida del hotel reservada para los funcionarios, el titular de Anses, Diego Bossio, se sumó a la conversación. Kicillof es el economista que el Gobierno propuso como director en Siderar. Los tres se retiraron sin hacer declaraciones, pero según pudo saber este diario conversaron, entre otros temas, sobre la posible designación del investigador en la empresa del grupo Techint en representación de las acciones que posee Anses. La reedición de la asamblea de accionistas será el próximo 21 de julio.