ECONOMíA › LAVAGNA VA A RESISTIRSE A LA EMISION DE UN BONO PARA COMPENSAR A LOS BANCOS
La llave del corralón será del que venga
El ministro está decidido a que las compensaciones a la banca las resuelva el futuro gobierno.
Ya cuenta con el apoyo del presidente del Banco Central y ayer le pidió lo propio al jefe de Estado. Respuesta al lobby desplegado por la banca extranjera.
Por David Cufré
Roberto Lavagna decidió endurecer su posición para responder a la presión de los banqueros por un bono compulsivo. El ministro de Economía fue ayer a pedir el respaldo de Eduardo Duhalde, porque sabe que dentro del Gobierno hay sectores proclives a buscar una solución consensuada con los financistas. “Desde mayo de 2002 nuestra posición fue siempre la misma: no le impondremos un bono a nadie. A pesar de lo que digan, no nos corrimos un centímetro de ese lugar y ahora el Banco Central nos acompaña”, destacó en diálogo con Página/12 una alta fuente del Palacio de Hacienda. La jugada que está pensando Lavagna para neutralizar el lobby de la banca es amenazar con dejar la resolución de las compensaciones al próximo gobierno. Se trata del dinero que piden las entidades financieras por la salida de depósitos vía amparos y por la eliminación del CER a determinados créditos.
El Banco Central entregó ayer un dato que fortalece la posición de Lavagna: los amparos en la primera semana de marzo ascendieron a 115 millones de pesos. A ese ritmo, el mes terminará con un drenaje de unos 460 millones, menos de la mitad de los 1000 millones como piso que mencionaban los banqueros al advertir por una avalancha de amparos tras el fallo redolarizador de la Corte Suprema. En el informe, la autoridad monetaria reconoce que “aún no es posible cuantificar el impacto de este fallo, debido a que resta definir si el mismo es aplicable a todos los ahorristas o sólo a los que presentaron recursos de amparo y aquellos que firmaron con reservas la reprogramación”.
El ministro de Economía sostiene que no hay ningún riesgo cierto para los bancos, por más que la Corte Suprema avance con otro fallo para declarar la inconstitucionalidad de la pesificación de los depósitos. Lo haría en el caso de Mirta Beratz. Lavagna le dijo ayer a Duhalde que los bancos tienen depositados en el Banco Central 12.000 millones de pesos por sobre los requisitos mínimos de liquidez. Ese dinero pueden utilizarlo en cualquier momento, por lo que si llegara a producirse un incremento en el ritmo de amparos, tendrían dinero de sobra para cubrirlos. “Están aprovechando la confusión para que el Gobierno asuma el costo de darle bonos a la gente y así limpiarles sus pasivos. Es la estrategia de siempre de intentar sacar ventajas cuando está el río revuelto”, protestó el funcionario de Economía.
En esa cartera sostienen que no sólo no habrá bonos, sino que si la presión por ese tema continúa tampoco se resolvería antes del 25 de mayo la cuestión de las compensaciones. En rigor, ese es el primero de los objetivos de los banqueros. Quieren que el Gobierno emita títulos para reintegrarles lo que pusieron “de más” por los amparos. Los bonos deberían cubrir la diferencia entre 1,40 más CER y la cotización del dólar al momento en que los bancos entregaron el dinero a los ahorristas favorecidos por la Justicia. El otro bono sería para saldar la diferencia por los créditos a los que se les eliminó la indexación por el CER.
El subsecretario de Financiamiento, Leonardo Madcur, mantuvo ayer un encuentro con técnicos de las asociaciones de bancos por esos temas. Se discutió cuál sería la forma que tendrían los bonos. Sin embargo, desde cerca de Lavagna recordaron que el acuerdo con el FMI sólo establece que “debe buscarse un mecanismo de compensación, pero en ningún lado se habla de tiempos”. Cuando este diario preguntó si eso quiere decir que el tema podría quedar para el próximo gobierno, la respuesta fue que “es perfectamente posible”.
Otra de las razones por la cual Economía podría postergar la definición de las compensaciones es que, según afirman en esa cartera, “hay bancos extranjeros que están esperando recibir los bonos para irse”. La versión no es nueva, pero esta semana se instaló con fuerza. Y lo más importante, Lavagna lo cree. “Sería inteligente dejar que el próximo gobierno decida si quiere compensar a bancos que están pensando en abandonar el país. A lomejor entiende que no sería malo recuperar participación de la banca nacional y deja que se vayan”, sostuvo el informante de Economía. En ese sentido, indicó que en Argentina más del 50 por ciento de los depósitos están en bancos extranjeros, mientras que en España ese nivel no llega al 10 por ciento.
A pesar de las versiones que sostienen que hay diferencias entre Lavagna y Alfonso Prat Gay por cómo debe resolverse la cuestión de la redolarización de los depósitos, el colaborador del ministro aseguró lo contrario. “En el almuerzo del último miércoles se pusieron de acuerdo en que no hay ninguna necesidad de emitir un bono compulsivo y que hay que resistir la presión del FMI”, indicó. El funcionario estaba satisfecho porque, según dijo, la actitud de Prat Gay es “razonable” y difiere notablemente de la que tenían sus antecesores, Aldo Pignanelli y Mario Blejer.