La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA) envió el lunes pasado una carta al presidente del grupo Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, en la que cuestiona el manejo de la compañía de bandera. El secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, salió al cruce de las críticas vertidas en la misiva: “Desde que recuperamos Aerolíneas recibimos injurias y trabas de parte de los pilotos de APLA, para complicar el funcionamiento de la compañía”. “Queremos contarle a la gente que la empresa está bien”, agregó el funcionario. Por su parte, Recalde acusó a APLA de extorsionar al directorio de Aerolíneas para “defender los privilegios de un sector minoritario de pilotos”.

Esta pelea se acentuó cuando la administración estatal convocó a jóvenes directivos en puestos estratégicos de AA, lo que generó algunos enfrentamientos con antiguos gerentes. “Desde hace unos días estamos recibiendo cartas desde APLA, diciendo que la gestión actual de la empresa es la misma que la del grupo Marsans. Esto me enojó mucho. Estamos haciendo un gran esfuerzo”, dijo Schiavi en declaraciones radiales.

Quien firma la última carta dirigida a Recalde –a la que tuvo acceso este diario– es el presidente de APLA, Jorge Pérez Tamayo. La principal crítica a la gestión Recalde es que “no ha hecho nada para recuperar los destinos internacionales perdidos tras décadas de desidia y además ahora ha anunciado la desprogramación de la flota Boeing 747/400”. Schiavi recordó que el Estado recibió Aerolíneas con apenas 28 aviones funcionando, mientras que actualmente cuenta con una flota de 50. “Incorporamos aviones nuevos y recuperamos destinos”, señaló.

Otro punto que generó malestar en el directorio de Aerolíneas fue que se comparara la actual gestión con la de Marsans. “Tal como sucedió a lo largo de la gestión Marsans, en los últimos meses se han comercializado pasajes en base a una programación de vuelos inviable con el único objetivo de hacer caja”, señala la carta de Pérez Tamayo. “Mienten cuando dicen que se reduce la cantidad de aviones y la capacidad de vuelo de Aerolíneas”, aseguró Recalde.

La compañía, desde que fue expropiada en 2008, mejoró sus resultados operativos, reduciendo el déficit financiero a la mitad, aunque todavía no alcanzó a equilibrar sus cuentas. “No es la primera carta, esta semana mandaron otra más agraviante. El directorio no puede tomar ninguna decisión, porque APLA la cuestiona y pone trabas. Por ejemplo, el reemplazo de los aviones viejos por unos más nuevos”, informó el secretario de Transporte. La misiva efectivamente afirma: “No necesitamos reemplazar aviones, necesitamos sumar aviones”.

La anterior carta a la que se refiere Schiavi fue enviada por el vice de APLA, Pablo Biró, en la que el tono de las críticas es bastante duro. “¿Este es el proyecto del gobierno o es el kiosquito de los nenes? Soberbios, arrogantes y provocadores buscan permanentemente el conflicto para poder culparnos”, son algunos de los conceptos utilizados por Biró, quien asegura que los pilotos “se rompen el lomo para tapar la incompetencia e inoperancia” de la administración actual. “Hay cosas que no se entienden; no tiene que ver con la defensa de la empresa, hay otra cosa de fondo”, consideró Schiavi. A la vez, Recalde explicó que se trata de “pilotos cuya tarea es hacer un viaje de ida a Madrid, descansar cuatro días en un hotel cinco estrellas pagado por todos los argentinos y volver a Buenos Aires como toda tarea del mes”.