Miércoles, 9 de noviembre de 2011 | Hoy
SOCIEDAD › EL PROYECTO TIENE DICTAMEN Y ESTá EN CONDICIONES DE SER APROBADO EN DIPUTADOS
El proyecto que permite expresar en los documentos la identidad de género sin necesidad de reclamos judiciales ni intervenciones quirúrgicas fue aprobado en las comisiones de Legislación General y Justicia. Puede obtener media sanción.
Por Soledad Vallejos
Apenas pasadas las cinco y media de la tarde, la diputada Vilma Ibarra (Nuevo Encuentro) anunció que terminaba el plenario de las comisiones de Legislación General, que preside, y de Justicia, a cargo de su par Juan Tunessi (UCR), sentado a su lado. “En este momento, con la cantidad de firmas que tiene, el dictamen ya está en condiciones de pasar al recinto” de Diputados, dijo. La sala, repleta de legisladoras y legisladores de todos los bloques, incluso de otras comisiones –y hasta representantes con mandato cumplido–, integrantes de organizaciones de la diversidad sexual que se turnaban para entrar y presenciar el momento, y cámaras de TV, estalló en aplausos. El proyecto de ley de identidad de género acababa de dar un gran paso en su camino legislativo. Logró dictamen de mayoría con 25 firmas; el dictamen de minoría, según anunció su único firmante, Julián Obliglio (PRO), se opondrá al proyecto porque “una operación de genitales no determina el sexo de una persona”, argumentó.
Un corito, “¡sin demora, identidad ahora!”, empezó a ganar el ambiente, mientras sin esconder la sonrisa Ibarra y Tunessi procuraban que volviera a reinar cierta calma. Con dificultad sobrevinieron dos, tres minutos de silencio no completo; activistas de la diversidad se habían puesto de pie, ondeaban banderas, mostraban afiches. La reunión llegaba a su fin. “Felicitaciones a todas y todos los presentes”, dijo Ibarra. Todos respondieron con un coro de consignas: “¡Ley de identidad!”; “¿Cuándo?”; “¡Ahora!”. Luego, en diálogo con este diario, diputadas, diputados y activistas de la diversidad coincidieron: es altamente probable que el proyecto llegue al recinto antes del 10 de diciembre. Todo indica que hay consenso para que allí se apruebe. También aplaudían dirigentes y activistas del Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género, conformado por organizaciones como ATTA (Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina), la Federación Argentina LGBT, 100% Diversidad y Derechos, el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL), Futuro Transgenérico, la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (Alitt) y la Comunidad Homosexual Argentina (CHA).
El proyecto dictaminado estipula que toda persona tiene derecho “al reconocimiento de su identidad de género” en sus documentos de identidad así como en sus datos registrales, “al libre desarrollo de su persona conforme a su identidad de género” y “a ser tratada de acuerdo con su identidad de género y, en particular, a ser identificada de ese modo en los instrumentos que acreditan su identidad”. Para todo ello, no se exigirán la intervención judicial (sí es necesaria actualmente), ni tampoco la intervención médica. Bastará el pedido de la o el interesado ante el Registro Nacional de las Personas para que el Estado reconozca y respete su identidad de género.
En caso de que quien lo pida sea menor de edad, se requerirá el consentimiento de sus tutores legales. Esto se enmarca en la propia definición de identidad de género que incluye la iniciativa: “La vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento”. Lo que la ley reconocerá, si el proyecto es aprobado en la Cámara de Diputados y, luego, en el Senado, es la “identidad de género autopercibida”: la construcción que la ciudadana o el ciudadano hagan de sí.
El texto, que logró dictamen de mayoría con firmas de integrantes de todos los bloques parlamentarios (entre ellos, FPV, PS, UCR, CC-ARI, PF, PRO, NE, PDP, GEN, Proyecto Sur, FAP), resultó de un consenso entre todas las iniciativas en tratamiento en las comisiones, de modo que, además de impulsar el reconocimiento a la identidad de género en los documentos, también contempla el acceso a la atención sanitaria integral en el sistema público de salud.
Apenas informó que el dictamen era un hecho, Ibarra auguró un futuro auspicioso para la ley. “Con este proyecto –dijo– buscamos reconocer derechos que han sido postergados durante muchos años.” En el mismo sentido se había expresado, un rato antes, la diputada Margarita Stolbizer, quien, además de señalar que ese inminente dictamen condensaba “una construcción política plural y de raíz social”, aseguró que el reconocimiento a la identidad de género era una cuestión de “justicia”. Al otro lado de la sala escuchaba Maiamar Abrodos, la actriz que –tal como contó Página/12– debió reclamar ante la Justicia porque un juez, aduciendo que iba “contra la naturaleza”, le había negado la posibilidad de intervenir quirúrgicamente su cuerpo para verse como se sentía. Ayer, aros largos y sonrisa brillante, Abrodos celebraba. “Es importante también porque este proyecto permite el reconocimiento de identidad de género antes de la mayoría de edad. Hay gente que no entiende, pero una sabe quién es ya desde chiquita. Si los que se oponen vieran mis fotos de infancia, entenderían todo.”
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