Las cuentas del Estado cerraron marzo con un superávit fiscal primario –antes del pago de intereses de la deuda– de 848,6 millones de pesos, que representa una baja interanual del 35 por ciento, informó ayer el Ministerio de Economía. En el primer trimestre, el Estado obtuvo un excedente de 2168,5 millones de pesos, mientras que en el mismo período de 2011 ese valor fue de más del doble, 4846 millones. En tanto, el resultado financiero de marzo, es decir luego del pago de los intereses de la deuda pública, arrojó un déficit de 2392 millones de pesos, y acumula en los tres primeros meses del año un saldo negativo de 5118 millones.

El gasto primario en marzo ascendió a 39.847 millones de pesos, donde se destacan las prestaciones de la seguridad social, por el aumento de las jubilaciones y en la cantidad de beneficiarios, y las remuneraciones, por aumento en los salarios del sector público. A la vez, los gastos de capital crecieron un 48,6 por ciento, por erogaciones vinculadas con la Central Embalse y la terminación de Atucha II. Los ingresos corrientes totalizaron 42.543,7 millones de pesos. La mitad provino de la recaudación en manos del Tesoro nacional, a través de los ingresos tributarios. Los fondos del PAMI, otros organismos descentralizados y la Anses sumaron, además, casi cuatro mil millones de pesos.

En marzo se registró una caída de 34,6 por ciento en el superávit primario, y de 80,4 por ciento en el resultado del trimestre. En términos financieros, el déficit de 2392 millones de pesos supone una suba de 82 por ciento anual. El secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, justificó el deterioro de las cuentas públicas como mecanismo dinamizador de la economía. Destacó que “a diferencia de lo que ocurre en otras latitudes, este gobierno seguirá brindando los recursos necesarios para continuar la enérgica inversión pública, la política de desendeudamiento y la mejora en las condiciones sociales de los argentinos”.