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Tras la primera vuelta electoral, y con prescindencia de sus preferencias más íntimas, la clase empresaria descuenta el triunfo de Néstor Kirchner en el ballottage. En algunos sectores, como la UIA, esto significará un nuevo reacomodamiento interno. Desde el sector agropecuario, esperan que el santacruceño sea distinto de su ministro de Economía.
Los hombres de la Unión Industrial Argentina (UIA) estaban sorprendidos. La predicción de los dirigentes que integraron la lista ganadora de las recientes internas del 22 de abril era un ballottage entre Carlos Menem y Ricardo López Murphy. Una previsión “extraña y exagerada”, según la describió a este diario una fuente del riñón de la entidad. También sorprendió el magro porcentaje que le otorgó la primera minoría al candidato riojano. No faltaron los dirigentes que, en voz baja, se lamentaban por la mala apuesta electoral, entre aquellos cuyo apoyo a Menem o al candidato de Recrear había consistido en algo más que gestos de buena voluntad.
Entre los opositores que siguieron a Guillermo Gotelli, había menos sorpresa. También una amarga satisfacción de que la nueva conducción empresaria deberá comenzar una rápida readaptación. Pero tras la sorpresa inicial, entre los dirigentes industriales surgió un consenso sin matices: el próximo presidente será Néstor Kirchner. En el juego de poder interno, esto es leído como “la vuelta de Techint”, la multinacional favorecida por el modelo post-convertibilidad que, desde el principio, le dijo no a Menem y apostó fuerte a Kirchner.
Entre los empresarios agropecuarios, las opiniones están divididas. Aunque en los sectores más concentrados se prefería a los candidatos que prometían la eliminación lisa y llana de las retenciones, no son pocos los que todavía tienen presente el deterioro producido por el tipo de cambio fijo, en especial para las pequeñas y medianas explotaciones, así como las ganancias producidas por la nueva estructura de precios relativos. En este contexto, la posibilidad de un triunfo de Kirchner es bien vista. Si bien el santacruceño prometió la continuidad de Roberto Lavagna, el ministro que los llamó “angurrientos”, Manuel Cabanellas, titular de Confederaciones Rurales, dijo a este diario que Kirchner “nos está diciendo otra cosa”. Si bien “no habló de retenciones”, dijo que mantendrá la flotación de la moneda, reducirá Ganancias y volverá a un IVA homogéneo.
Desde la Asociación Empresaria Argentina, la entidad que en su momento se planteó como una alternativa a la UIA y en la que tienen fuerte presencia los sectores vinculados con los servicios y las empresas más endeudadas con el exterior, las mismas que estaban más jugadas a la revaluación del peso inherente a un shock pro-mercado, se escucharon sólo declaraciones formales. En un comunicado, AEA señaló que “esta elección ejemplar constituye un hecho trascendente para la consolidación de las instituciones de la República”.