Las empresas Edenor y Edesur deberán pagar un total de 158 millones de pesos por multas al Estado y resarcimiento a los usuarios afectados por el apagón del 7 de noviembre pasado en Capital Federal y Gran Buenos Aires. El ministro de Planificación, Julio De Vido, instruyó al Ente Regulador de la Electricidad (ENRE) para que iniciara el proceso sancionatorio a las empresas distribuidoras. Los usuarios recibirán el resarcimiento de acuerdo con la extensión de los cortes de luz que sufrieron en sus viviendas: mayor a 48 horas, 450 pesos; entre 24 y 48 horas, 350 pesos, y entre 12 y 24 horas, 180 pesos”, según anunció ayer por la tarde el ministro.

El ente regulador aplicará a Edesur una sanción de 129 millones de pesos, que incluye una multa de 18 millones de pesos y el resto es el costo que tendría por resarcimiento a los clientes afectados. Para Edenor, la sanción es de 29 millones, incluida una multa de 5,5 millones de pesos.

Las empresas distribuidoras tendrán que acreditar el valor de resarcimiento en la próxima factura.

A través de un comunicado, el Ministerio de Planificación recordó que a aquellos usuarios que consideren que, por el impacto de la falta de suministro, sufrieron daños en sus aparatos eléctricos o de otros bienes (por ejemplo, pérdida de alimentos conservados en frío), por un valor superior al resarcimiento previsto, podrán reclamar que se les cubra la diferencia. La comunicación oficial señala que el perjuicio que da derecho a reclamo puede ser tanto por corte de energía o por baja de tensión.

Las multas y resarcimientos son sanciones contempladas en los contratos de concesión. “Los fundamentos de la medida se refieren a la demora en la restitución del servicio”, indica el comunicado de Planificación, que además puntualiza que el ENRE exigirá a cada una de las empresas “que arbitre los recaudos necesarios para evitar la ocurrencia de estos eventos”.

En el caso de Edesur, las denuncias por cortes de suministro por más de 48 horas se repiten en más de cuatro barrios de la ciudad de Buenos Aires. Incluso en algunas manzanas se arrastra la falta de electricidad desde el fin de semana anterior, con cortes producidos durante el temporal que cayó sobre el área metropolitana.

En cuanto a Edenor, voceros de la empresa habían atribuido los cortes, tras la salida de servicio de las líneas de transmisión entre la estación de Hudson y la Central Costanera, a “un pedido de las propias centrales térmicas para que dos subestaciones salgan del sistema, para que pudieran reconfigurar el suministro”. Sin embargo, estos cortes se habrían prolongado más de la cuenta, aunque afectando a una cantidad de usuarios muy inferior a la correspondiente a Edesur.

En el caso de las multas, que las empresas deberían abonar al ente regulador, el trámite tiene un recorrido más complejo y menos inmediato. Tras recibir la notificación del ENRE de las resoluciones por las cuales se dispondrá de que sean multadas, las distribuidoras cuentan con un plazo para presentar su descargo y tratar de eludir, al menos en parte, su culpa sobre los hechos acontecidos. Y una vez que la multa queda en firme, los antecedentes señalan que todavía les queda a las sancionadas la posibilidad de “bicicletear” el pago por un tiempo prolongado, sin que ello resulte en un perjuicio inmediato.

La falta de acuerdo en la recomposición de las retribuciones a los concesionarios (VAD, valor agregado de distribución, en términos contractuales) llevó a una situación de conflicto entre los prestadores del servicio y las autoridades del área energética. Prácticamente desde principios de año, las distribuidoras fueron sucesivamente resolviendo dejar de pagar parcialmente la factura por el suministro eléctrico que reciben de Cammesa, empresa mixta administradora del mercado mayorista.

Desde mediados de año, Edesur funciona con un veedor oficial (Roberto Baratta) en su administración nombrado por la Secretaría de Energía. La idea es que la asistencia y el control estatal eviten la caída en cesación de pagos con el consecuente perjuicio para la tarea que cumple la empresa en media ciudad de Buenos Aires y en un amplio abanico del conurbano.

A partir de octubre, Edenor se sumó a la lista de firmas que pagan sólo parte de la factura eléctrica a Cammesa. En su caso, el 50 por ciento, decisión que justificó asegurando que los ingresos que recibe por la tarifa no le alcanzan más que para cubrir gastos operativos (sueldos, principalmente), mantenimiento y apenas el 50 por ciento de la energía mayorista).

Cuando en los próximos días las dos distribuidoras mayores (por número de usuarios) deban afrontar resarcimientos por más de 130 millones de pesos (109 millones de Edesur, 23,5 millones de Edenor), seguramente el desbalance que cada una padece en sus respectivas contabilidades vuelva a quedar expuesto.