El índice de pobreza retrocedió hasta el 5,4 por ciento al término del segundo semestre de 2012, contra el 6,5 por ciento de igual período de 2011, según informó ayer el Indec. En tanto, el índice de indigencia comprendida dentro de la pobreza, bajó al 1,5 por ciento desde el 1,7 por ciento de fines de 2011. Las bajas más significativas en la pobreza se anotaron en regiones como San Juan, que pasó del 11,1 por ciento de fines del 2011 al 5,8 del segundo semestre de 2012, Gran Resistencia (Chaco) de 14,2 a 5,9; Tucumán, de 7,2 a 4,2, y Río Cuarto (Córdoba) de 9,2 a 3,9 por ciento. Este indicador va a sufrir cambios en los próximos meses porque el Indec trabaja en la elaboración de una nueva forma de medición de la pobreza y la indigencia.

En diciembre de 2012, la Canasta Básica Alimentaria, la cantidad de alimentos mínimos que requiere una persona para subsistir, mostró un alza interanual del 13,3 por ciento, por lo que una pareja, con dos hijos de entre seis y ocho años, necesitaron 719,07 pesos para no caer por debajo de la línea de indigencia. Ese mismo grupo familiar requirió de 1613,42 pesos para hacerse de la Canasta Básica Total que, además de los alimentos, reúne indumentaria y transporte, y que ubica a ese núcleo por sobre la línea de la pobreza.

Los menores niveles de pobreza se registran en Ushuaia, con el 1,2 por ciento; 1,5 en Santa Rosa, y 2,2 en la ciudad de Buenos Aires. Por contrapartida, las regiones con mayor pobreza son Corrientes, con el 11,8 por ciento; Concordia, 8,6; Catamarca, 8,0, y Neuquén, 7,8, entre otras. En el Gran Buenos Aires, donde reside casi un tercio de la población total del país, los niveles de pobreza alcanzaron al 6,6 por ciento de los habitantes, entre los cuales, 2,2 por ciento son indigentes. En lo que refiere a indigencia, el dato más llamativo se registró en La Rioja donde el indicador arrojó un 0,0 por ciento, mientras que en Santa Rosa, La Pampa, dio 0,1 por ciento.