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El núcleo fuerte de la exportación primaria (aceite, harinas y cereales) volvió a aumentar el ritmo de liquidación de divisas al mercado cambiario, superando los 800 millones de dólares en la última semana. El dato, sin embargo, pasó inadvertido para el mercado marginal de divisas, del que se reportó ayer una “cotización oscilante” a lo largo de la jornada con una brusca e inexplicable trepada al final. Tan irregular como irracional, el mercado “paralelo” sigue concitando la atención de referentes de los agentes financieros y representantes de la oposición.

Las cifras que informan la industria aceitera y el núcleo de empresas cerealeras indican que la liquidación de exportaciones, desde el inicio del año hasta el 26 de abril, acumula 6705 millones de dólares. Esta suma es inferior en 4,8 por ciento a la registrada a esta misma fecha el año pasado (339 millones menos). Al finalizar enero, la diferencia interanual de ingresos era del 30,5 por ciento en contra del presente año. A fines de febrero, la brecha se había reducido al 19 por ciento, y al finalizar marzo, al 15 por ciento. El sector exportador estaría así cumpliendo el compromiso asumido ante las autoridades de la Secretaría de Comercio en los últimos meses, respecto de acelerar las liquidaciones.

Pese a este dato clave para el balance de divisas del país, el termómetro del mercado marginal sigue señalando un estado calamitoso. Después de un cierre informado de 9,34 pesos para el dólar marginal el viernes, ayer se percibió la presencia en el mercado de empresas que habían comprado divisas en las últimas semanas, y ahora salen a vender para volver a pesos para pagar sueldos y otros compromisos de fin de mes. La cotización se ubicó por momentos por debajo de los 9,30. Sin embargo, se reportaron “operaciones sobre el cierre” que volvieron a ubicar la cotización en 9,34.

Sin siquiera poner bajo sospecha o sugerir una posible manipulación de la cotización, consultores y referentes de la oposición volvieron a adjudicarle la responsabilidad de la disparada del blue al Gobierno, por negarse a devaluar. Alfonso Prat Gay, ex directivo de JP Morgan y actual diputado por la Coalición Cívica, señaló en Mendoza que “el problema no es el dólar paralelo, que es el del país de todos los argentinos, sino el dólar oficial, el del país de (Guillermo) Moreno”, Y estimó que, actualizando por la inflación el dólar de tres pesos del año 2003, “hoy estaría entre 9 y 9,50 pesos”, sugiriendo una corrección del tipo de cambio de entre 75 y 84 por ciento. O una deflación de casi el 50 por ciento para alcanzar “el tipo de cambio competitivo” que el diputado propone. Dos alternativas que resultarían igualmente explosivas para la economía y la situación social de la mayoría de la población.