El problema de los juicios de jubilados contra la Anses viene mostrando una tendencia decreciente en el último año, la cual se afianzó en el primer trimestre de 2013. La combinación de una caída en el inicio de demandas contra el organismo previsional y un aumento en la cantidad de sentencias liquidadas quitó presión al tema más espinoso que debe afrontar Diego Bossio, titular de esa dependencia. Desde su última reunión con los ministros de la Corte Suprema, que deben resolver una eventual ampliación de los fallos Badaro y Eliff a todos los jubilados en su misma condición, la Anses dejó en claro su voluntad de apurar los pagos a los beneficiarios que ganaron juicios por reajuste de haberes. Con eso cumplió con el compromiso asumido ante el máximo tribunal, y ahora confía en que no habrá una resolución en contra en aquellos expedientes delicados.

Bossio irá el próximo martes al Congreso a presentar un informe ante la Comisión Bicameral de seguimiento del sistema previsional, que se creó junto a la eliminación de las AFJP. Tiene previsto dedicar una parte central de su exposición a exhibir las estadísticas de litigiosidad previsional. Uno de los datos es que los nuevos juicios iniciados contra el organismo vienen cayendo año tras año. Según la información cargada en la base de datos de la Anses, en el primer trimestre de 2010 se iniciaron 99.577 demandas de jubilados en todo el país. Un año después, en igual período, fueron 82.579, y en el mismo lapso de 2012, 65.506. Es decir, una baja del 34 por ciento de 2010 a 2012. La información preliminar que manejan en el organismo es que la tendencia continuó entre enero y marzo de este año.

La evolución se repite en los juzgados de la Ciudad de Buenos Aires. Los nuevos juicios fueron 12.517 en el primer trimestre de 2010, 9253 en 2011, 7705 en 2012 y 6239 en el mismo período de 2013. La caída en este caso es superior, del 50 por ciento en cuatro años. La principal razón de esta disminución es que se va achicando el stock de casos similares a los de Badaro y Eliff, aunque el número pendiente todavía es muy grande, cercano al millón de potenciales demandantes. Pero de ese número, un porcentaje creciente de jubilados no consigue una actualización de haberes pese a ganar los juicios, debido a que los aumentos de ingresos que consiguieron en los últimos años superan el monto de sus reclamos, los cuales quedan abstractos. En todo 2012 se encontraron en esa situación el 25 por ciento de los querellantes que obtuvieron fallos a su favor.

El número total de juicios previsionales en trámite contra la Anses es de 319.547. De esa cifra, 276.050 son demandas por reajuste de haberes, mientras el resto son por otros motivos como reclamos por el grado de invalidez del titular o el vínculo entre derechohabientes. La cuenta arroja que el 4,7 por ciento del universo global de 5,8 millones de jubilados tiene reclamos contra la Anses.

La proporción se hunde en relación con los nuevos jubilados. De todos los que obtuvieron un beneficio en 2011, que fueron 384.784, apenas 947 personas iniciaron un juicio contra la Anses, el 0,21 por ciento. Lo mismo ocurrió en 2012: sobre 356.630 de nuevos jubilados, reclamaron en tribunales 749, también el 0,21 por ciento. Esto se debe a que la nueva ley de movilidad previsional, que rige desde 2009, achicó al mínimo las quejas por reajustes de haberes.

La otra cara de la política que viene desplegando el organismo es el aumento en la liquidación de sentencias. En el primer cuatrimestre de este año se resolvieron 10.625, muy por encima de las 6951 del mismo lapso de 2012, y de las 4221 de enero a abril de 2010. Esto también reduce el stock de causas pendientes. Otro dato que presentará Bossio es que la mayor litigiosidad en materia previsional se da en la zona metropolitana de Buenos Aires. El conurbano aporta el 38,1 por ciento de todos los juicios, mientras que la Ciudad Autónoma agrega otro 28,5 por ciento.