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El Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicio tomó ayer un establecimiento, ubicado en la ciudad de Buenos Aires, como una demostración de poder en la negociación con empresarios y gobierno. Se trata de un local que pertenece a Rosario Sica, titular de la Federación de Empresarios Expendedores de Combustibles. Empleadores y el gremio esgrimen argumentos cruzados a la hora de explicar esta medida de fuerza, que continuaría con un paro nacional de 24 horas el próximo viernes.

La empresaria Rosario Sica dijo a Página/12 que el problema no es únicamente el porcentaje de la paritaria que buscan firmar los trabajadores de las estaciones de servicio. “La presión es porque los sindicalistas pretenden conseguir una cuota anual de 800 pesos por empleado para el fondo de obras sociales, antes de rubricar cualquier tipo de acuerdo”, detalló. Como el sector tiene cerca de 30.000 trabajadores, la masa de dinero que pasaría a administrar el gremio toma relevancia.

Sica aseguró que la toma de su local y el anuncio de la huelga tienen que ver sobre todo con la cuota extra. También adelantó que la Federación, si bien tiene interés en cerrar las paritarias, no está dispuesta a otorgar esta suma de 800 pesos. El argumento es que las expendedoras no se encuentran en condiciones de rentabilidad para convalidar el pedido. La empresaria afirmó además que no cree que se realice el paro del viernes.

En tanto, el sindicato justificó las medidas a partir de la negativa de cámaras empresarias a conceder aumentos salariales que permitan conservar el poder de compra. “No vamos a permitir que nos avasallen con un 20 por ciento, mintiéndonos con que están congelados los precios”, dijo Carlos Acuña, secretario general del gremio. Agregó que “la canasta básica no se cubre con ese aumento. Es una mentira, porque la inflación, siendo generosos, es del 23 al 26 por ciento”, estimó.

El reclamo del sindicalista es que el sueldo básico alcance 6300 pesos en 2013, lo que representaría un incremento por encima del 30 por ciento. “Los precios de los combustibles aumentaron en la Capital Federal un 29,8 por ciento, mientras que en algunas provincias la suba alcanza a 33 por ciento, por eso es incomprensible la negativa empresaria porque tienen margen de rentabilidad para otorgarlo”, apuntó Acuña. “Nosotros no queremos llegar al conflicto, pero no nos queda otro camino”, agregó.

La remuneración básica de los trabajadores de estaciones de servicio es de alrededor de 4650 pesos. “Durante las últimas negociaciones salariales, el sector otorgó incrementos de 32 por ciento, tanto en 2011 como en 2012”, dijo Rosario Sica. El valor que manejan referentes para este año es de 24 por ciento.