“El dinero debe servir y no gobernar.” Con esta frase, el economista Bernardo Kliksberg presentó ayer en la Unión Industrial Argentina su último libro, Etica Empresaria. La cita con la que inició su exposición junto al titular de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, y al ministro de Trabajo, Carlos Tomada, pertenece al papa Jorge Bergoglio. “Tenemos que ir hacia una ética de las relaciones económicas, sociales, hacia una ética en los medios de comunicación y toda la sociedad civil”, insistió el economista durante su exposición en la entidad fabril, a la que concurrieron funcionarios, académicos y estudiantes universitarios.

“Cada vez que una empresa toma una decisión económica afecta la vida de la gente”, sostuvo Kliksberg. En su discurso narró el caso de Bangladesh con el objetivo de ejemplificar una “mala práctica empresaria”. “En Bangladesh hubo una matanza premeditada. Un grupo de obreras textiles le había dicho al dueño de su empresa que tercerizaba el trabajo para las grandes marcas que todos conocemos que el edificio donde trabajaban estaba desmoronándose. El empresario no les hizo caso y al día siguiente se derrumbó. En total murieron 1400 costureras. El costo para evitar ese derrumbe era sólo de 10 centavos de dólar por prenda, un total anual de 600 millones de dólares para unos márgenes de rentabilidad que superan el 500 por ciento”, explicó el economista.

En contraposición al caso de Bangladesh, el experto en ética empresaria contó el caso de la firma Natura, número dos del mundo en responsabilidad social empresaria según la revista Forbes. “Esta compañía comparte las utilidades con sus obreros”, agregó.

Para este experto, las empresas evidencian tres etapas: egoísmo total, filantropía y responsabilidad empresaria. El objetivo de haber realizado la presentación en la sede central de la UIA apuntó a convocar a los jóvenes empresarios para que se sumen al paradigma de la responsabilidad social empresaria. “Es imposible un mundo más justo si no profundizamos la responsabilidad empresaria. Necesitamos desarrollos que pongan a la Argentina en el sendero que se nos ha negado durante mucho tiempo”, sostuvo Mendiguren.

Del encuentro también participó la titular de la Fundación por la Responsabilidad Social Empresaria, Alessandra Minnicelli. “Es interesante ver cómo muchos de los que estamos acá hemos hablado siempre de las desigualdades y hoy vemos un Estado que intenta modificar algunas condiciones sociales”, indicó Minnicelli.

Por su parte, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, calificó como una política de responsabilidad empresaria el nuevo régimen para los trabajadores a domicilio, que insta a los empleadores a brindar condiciones dignas de trabajo. “El trabajo decente es sinónimo de responsabilidad social empresaria”, concluyó Tomada.