La Secretaría de Comercio Interior y el Ministerio de Industria reunieron esta semana a 40 empresas del bloque petrolero. El objetivo central es avanzar en la sustitución de importaciones de esa rama, lo que permite crear puestos de trabajo calificados y colaborar para relajar el faltante de dólares de la economía doméstica. Referentes del sector se muestran optimistas frente a esta iniciativa del Estado, aclarando que será un proceso lento hasta que se vean los resultados. La operadora más comprometida con el desarrollo de fabricantes locales es YPF, con una decisión estratégica de reimpulsar la integración de la cadena de valor.

En la reunión participaron las petroleras que operan en el mercado interno, como Pan American Energy, Tecpetrol, Total Austral, Apache, Chevron, Compañía General de Combustibles y la estatal YPF. Además, entre los proveedores de servicios con los que trabajan figuran Emepa, Petreven, Calfrac, Estrella (Internacional Energy Services), Nabors Internacional Argentina, Weatherford y Calfrac, entre otras. La idea de los funcionarios es que esas empresas se encuentren “cara a cara” para estimular los negocios, logrando que se reemplacen productos importados.

YPF aseguró que hizo contacto con casi cien proveedores para que le ofrezcan sus bienes y servicios. La petrolera del Estado hace un año que viene trabajando para avanzar en la sustitución. Eso lo hace a partir del programa Sustenta para el Desarrollo Regional. El objetivo es aprovechar la elevada participación de la compañía en el mercado local de hidrocarburos, motorizando con sus compras a los proveedores argentinos. En la primera etapa de Sustenta, la firma está desarrollando un análisis de sus necesidades en pozos y refinerías, mientras que evalúa en paralelo las empresas que van a convertirse en futuros abastecedores nacionales.

En YPF explicaron a este diario que los primeros resultados de ese estudio, todavía en pleno proceso, muestran dos situaciones. La primera es la de proveedores que ya están elaborando distintos productos, lo que implica que la sustitución puede acelerase a partir de la administración del comercio exterior y un incremento de la escala. La segunda es la de firmas que, aunque no fabrican los productos, tienen las posibilidades técnicas para abastecer a las operadoras locales. En ese caso, la idea es que reciban financiamiento para que se pongan a producir.

El proveedor tiene a favor que el elemento relevante para ingresar en un negocio, que es la demanda, estará garantizada por las petroleras. Existe una decisión estratégica de YPF de favorecer con sus compras a los productores locales. Más aún, los planes quinquenales de la operadora le permiten a ese proveedor realizar fuertes inversiones, gracias a un horizonte de demanda sostenido en el tiempo. También otras operadoras se muestran comprometidas para desarrollar el sector.

En el plano de la macroeconomía, esta integración de la cadena de valor apunta a un doble objetivo. Uno es fortalecer la creación de puestos de trabajo calificados. El otro es colaborar para relajar el faltante de dólares de la economía. Entre las condiciones para que esa sustitución funcione se destaca que las firmas locales logren mantener los estándares de precio-calidad internacionales.

Sergio Echebarrena, de la cámara de proveedores para la industria petrolera, explicó a Página/12 que las empresas tienen todas las posibilidades de cumplir con esos requisitos, abasteciendo al mercado interno con costos razonables. “Una clave es que exista un control en el precio de nuestros principales insumos, como la chapa o algunos productos químicos”, dijo el referente, para detallar que “el consumo de acero del sector es relativamente mayor que el de la industria automotriz”. También agregó que “la rama produce mucho valor agregado y el salario de la mano de obra no genera ningún problema de competitividad”.

El bloque de proveedores de servicios para la industria de hidrocarburos es un universo grande, donde se pueden encontrar desde fabricantes de bienes de capital hasta productores de arena. Echebarrena explicó que el proceso de sustitución va a llevar tiempo, pero aclaró que las iniciativas que propone el Estado van bien encaminadas. Existen varios elementos que retrasan el reemplazo por productos locales. Entre ellos se destacan las certificaciones internacionales de calidad, con exigencias similares a la de industrias como la aeroespacial o nuclear. La prima para conseguir esos certificados representa un fuerte costo para las empresas, que en muchos casos no pueden fondearlo. También influye que “ésta es una industria conservadora respecto de sus proveedores” y para cambiarlos es necesario la aprobación de las casas matrices.

Informe: Federico Kucher.