ECONOMíA › EXCLUSIVO: COMO PAGAN MENOS GANANCIA POR LAS VENTAS DE GRANOS, SEGUN LA AFIP
Eludir es la habilidad de los exportadores
Los exportadores de granos, los grandes beneficiarios de la devaluación, realizan “sospechosas” operaciones para eludir Ganancias. Embarques a paraísos fiscales o ignotas compañías actuando de “operadores” forman parte del menú. Paquete antievasión.
Por Claudio Zlotnik
El hecho de que Bahamas o las islas Cayman sean uno de los principales destinos de las exportaciones de granos argentinos resulta sospechoso. Lo mismo que ignotas compañías figuren como “operadores” (nexos) entre las exportadoras locales y las compañías extranjeras de destino. Esas “irregularidades” llamaron la atención de los funcionarios del Gobierno, según consta en un documento al que accedió en exclusiva Página/12. Por ese motivo, Roberto Lavagna incluyó cambios en la Ley de Impuestos a las Ganancias para que esas operaciones no queden fuera del alcance del fisco. Ese proyecto ya se encuentra en el Congreso, y está incluido en el paquete antievasión lanzado hace un par de semanas. La propuesta oficial levantó críticas entre los empresarios, cuyos representantes ya visitaron las oficinas de Economía y despachos de los legisladores para hacer lobby.
Las sospechas de Lavagna y de Alberto Abad, titular de la AFIP, refieren a que las exportadoras de granos se valen de distintos mecanismos para eludir el impuesto a las Ganancias. Enfrente tienen a un sector muy poderoso, claramente beneficiado con la salida de la devaluación. La Argentina es la exportadora número uno a nivel mundial tanto de aceite de soja como de aceite de girasol. Ambos productos sumaron 1867 millones de dólares el año pasado. En los primeros cinco meses de 2003, las ventas al exterior del sector agrícola alcanzaron a 6500 millones de dólares.
Si bien esos datos son elocuentes y explican la decisión oficial de poner la lupa sobre las actividades del sector, lo cierto es que, por ahora, Lavagna no hizo pública su estimación sobre el supuesto perjuicio contra el Estado por la elusión impositiva. Es por ese motivo que el ministro fue convocado por las autoridades del bloque de diputados justicialista para que brinde mayores precisiones. Lavagna concurriría al Congreso la próxima semana. Los cambios en Ganancias es uno de los seis capítulos en los que el Gobierno reunió medidas para una ofensiva antievasión.
Algunos de los mecanismos de elusión que están en la mira de los funcionarios son los siguientes:
- Triangulación I. Se detectaron ventas de granos a empresas radicadas en paraísos fiscales, a precios muy por debajo de los de mercado. En Economía creen que la mercadería finalmente llega a los países consumidores o industrializadores de Europa, Asia o del Mercosur, los principales destinos de las ventas de granos y aceites argentinos, a los -verdaderos– precios internacionales. A su vez, la sospecha incluye que el intermediario con base en el paraíso fiscal es una empresa vinculada a la exportadora argentina. De esta manera, la vendedora exhibe una facturación muy inferior al monto de la operación.
La iniciativa del Gobierno promueve distintas condiciones para los intermediarios. Como, por ejemplo, que su patrimonio sea acorde con los volúmenes de mercadería negociados y que su principal actividad no sea la de intermediar productos en la Argentina. Además, debe demostrar cuáles son sus activos en su país de origen. Se sospecha que la mayoría de estos intermediarios son sólo una casilla postal.
En caso de que no pueda cumplir con estas condiciones, la AFIP computará la operación de compraventa a valores de mercado, más allá de lo que digan los papeles de la transacción. Esta es una tarea fácil, ya que los granos y los aceites son commodities que cotizan en distintos mercados del mundo y, por lo tanto, su precio es internacional y transparente.
- Triangulación II. El mecanismo es similar al anterior, con la particularidad de que la operación se pacta en el mercado de futuros. En la declaración de Ganancias, la empresa imputa el precio al que vendió al supuesto intermediario del paraíso fiscal. Pero, en verdad, esa mercadería declarada sale hacia su destino final desde algún puerto argentino a los 30, 60 o 90 días. O sea, es falso que los bienes pasen por Bahamas o las islas Cayman aunque la declaración manifieste eso. Para evitar la maniobra de subfacturación, en el proyecto oficial se establece que el precio deventa sea el de la fecha de embarque. Es decir, al valor que establezcan los mercados internacionales.
- Efecto inflación. La AFIP también sospecha que algunas multinacionales granarias “inflan” costos de sus filiales locales –generalmente en operaciones con sus casas matrices–, de manera de tributar menos impuesto a las Ganancias.
Tras el envío de los proyectos antievasión, los empresarios iniciaron una fuerte presión en Economía y en el Congreso. Representantes de distintas Bolsas de Comercio y diversas cámaras de exportadores tuvieron extensas reuniones en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja. Su principal argumentación fue que el proyecto de cambios a Ganancias se contradice con algunas leyes vigentes, como la que rige las retenciones. Frente a la dura reacción de los empresarios, en el Congreso creen que la iniciativa da un golpe certero a los negocios grises de los exportadores.