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Un conflicto entre Estancias del Sur, del Grupo Macri, y el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) derivó ayer en la suspensión de aproximadamente 250 trabajadores de la planta. Dicho establecimiento había sido excluido del “prelistado” de plantas habilitadas para exportar carnes frescas a la Unión Europea, dentro de la denominada Cuota Hilton, por serias irregularidades sanitarias denunciadas por organismos europeos y corroboradas por Senasa. Sin embargo, el frigorífico cordobés de los Macri logró, mediante un recurso de amparo y una orden judicial de Ricardo Bustos Fierro, “reincorporar” a Estancias del Sur en la lista, aunque en una medida apelada por Senasa. Ayer, la empresa agregó un nuevo elemento de presión política, al decidir la suspensión de la mitad de su personal aduciendo que “aún no puede exportar”.
Según altas fuentes del organismo sanitario, “la decisión de Estancias del Sur de conseguir mediante un fallo judicial su reincorporación a la lista de habilitados, contra una resolución de orden sanitario, pone en riesgo la confiabilidad de la Unión Europea en el Senasa y el mantenimiento del acceso de las carnes argentinas al mercado europeo”. La denominada cuota Hilton es un cupo para la exportación de carnes frescas exenta del pago de aranceles, exclusivo para cortes de alta calidad, por las que se paga un valor muy superior al que se obtiene en cualquier otro mercado.
La decisión con fuerte impacto gremial adoptada ayer por Estancias del Sur le dio otra resonancia al conflicto generado a partir de la inhabilitación dispuesta por Senasa, luego de que Suecia rechazara un embarque proveniente de dicho establecimiento al detectar la presencia de la bacteria Salmonella. El hecho ocurrió en febrero de este año y dio lugar a que las autoridades europeas le solicitaran al Senasa una nueva inspección del establecimiento. El procedimiento dio por resultado que se habían incumplido determinadas pruebas microbiológicas a la carne fresca de bovino y de porcino destinadas a Finlandia y Suecia. Además, el frigorífico tampoco pudo demostrar que la carne faenada, empaquetada y exportada a Suecia tenía como origen animales producidos en campos habilitados. En base a dichas razones, la Dirección de Fiscalización Alimentaria del Senasa había dispuesto “suspender la certificación de exportación con destino a la Unión Europea” de Estancias del Sur.
Por facultad delegada por la Unión Europea, el Senasa cumple la función de preselección de los frigoríficos que cumplen las condiciones sanitarias para exportar a la Unión Europea, conforme las normas dictadas por esta última. La Secretaría de Agricultura y Ganadería, a su vez, es la que distribuye anualmente la cuota Hilton entre los frigoríficos habilitados. Como Estancias del Sur no estuvo conforme con la participación en la Hilton que se le asignó este año, había abierto una demanda ante la Justicia.
Cuando el Senasa procedió a su inhabilitación, Estancias del Sur presentó el recurso de amparo en la misma causa. Aunque las motivaciones en uno caso y en otro eran absolutamente dispares –en el primer caso, la asignación de una cuota comercial y en el segundo, una objeción de orden sanitario–, el juez Bustos Fierro la resolvió en tiempo record –en cuestión de horas– en favor del amparista, como si se tratara de un mero perjuicio comercial en su contra. Las fuentes del Senasa subrayan que no medió ni pericia técnica ni un requerimiento de informe de expertos sanitarios, previo a que el tribunal adoptara una resolución.
El jueves pasado, las autoridades argentinas procedieron a informar a las autoridades comunitarias la orden judicial de incorporar a Estancias del Sur al prelistado. “La reacción que se puede esperar es fácil de imaginar: no van a aceptar que un establecimiento que ellos cuestionaron y que el organismo sanitario argentino impugnó, les envíe carne”, comentaron en Senasa, aun antes de conocer la decisión de la empresa de no retomar laproducción para Europa. Aunque el Senasa haya acatado la decisión de Bustos Fierro –juez recordado por sus fallos en favor de las telefónicas con el rebalanceo y de Carlos Menem por la segunda reelección–, aún la Unión Europea no rehabilitó al frigorífico ni dio señas de que vaya a hacerlo.