ECONOMíA › GOBERNADORES CITADOS POR DUHALDE PARA FIRMAR HOY EL ACUERDO
Todo quedó en a suerte y verdad
La Nación y las provincias llegaron a un principio de acuerdo para la distribución de los recursos sin un piso garantizado. Se coparticipa parte del impuesto al cheque y la administración central se ocupará de la deuda provincial. Estos son los principales puntos del nuevo convenio.
Si todo sale de acuerdo a lo previsto, el Gobierno firmará esta tarde un acuerdo con las provincias por la coparticipación de impuestos. Los ministros de Economía, Jorge Remes Lenicov, e Interior, Rodolfo Gabrielli, dedicaron todo el día de ayer a intensas negociaciones con los titulares de Hacienda de los distritos del interior, complementadas con llamados telefónicos a los propios gobernadores para ir destrabando los puntos en conflicto. El Ejecutivo nacional redactó una nueva propuesta que anoche giró a las provincias para su análisis definitivo. Al cabo de todo este arduo proceso de discusiones, Gabrielli se permitió anunciar que hoy se firmaría el acuerdo. Sin embargo, admitió que hasta último momento se recibirán propuestas “que puedan mejorar lo que ya tenemos”.
El ministro abrió esa puerta para seguir negociando debido a que aún persisten diferencias que pueden hacer trastabillar todo a última hora. Desde algunas provincias dijeron a Página/12 que el Gobierno es más optimista de lo aconsejable. “Hubo un acercamiento de posiciones, pero todavía no hay nada cerrado”, señalaron desde una provincia norteña. De todos modos, Gabrielli anunció que Eduardo Duhalde espera a los gobernadores esta tarde en Casa Rosada, con la lapicera y el escribano listos para oficializar el convenio. Se trata del pacto que establece las bases de la nueva distribución de ingresos tributarios entre la Nación y las provincias.
El Gobierno hizo algunos retoques a su propuesta original, incorporando parcialmente algunas de las demandas provinciales. Los puntos salientes del texto elevado por el Ejecutivo son los siguientes:
- Se coparticipará el 25 por ciento de la recaudación del impuesto al cheque, gravamen del que actualmente las provincias no reciben nada. Los gobernadores reclamaban el 30 por ciento, y el Gobierno ofrecía inicialmente el 20. El Ejecutivo pretende que el 25 por ciento se incorpore a la masa coparticipable, de la cual el 56 por ciento es para las provincias y el 44 restante queda para la Nación. Por tanto, los distritos del interior obtendrían el 14 por ciento neto de lo que se recauda del impuesto al cheque.
- La Nación refinanciará las deudas provinciales con los bancos locales. Es un punto clave, dado que permite un fuerte desahogo financiero a varias provincias. El Estado nacional emitiría un bono a 16 años, con una tasa de interés del 4 por ciento anual, con un plazo de gracia en el pago del capital hasta enero de 2005 y con liquidación de intereses a partir de setiembre próximo. El bono que se entregaría a los bancos acreedores de las provincias sería por 16 mil millones. La Nación retendría mensualmente de la coparticipación de cada provincia deudora el dinero para cancelar el título público. Algunas provincias, como Misiones, demandan que los intereses empiecen a pagarse recién en enero de 2003.
- La deuda con los bancos se pesificaría a 1,40. Remes Lenicov no cedió en este punto, pese a que los gobernadores siguen exigiendo que la pesificación se materialice uno a uno. “La Nación no se puede hacer cargo del uno a uno”, remarcó Gabrielli.
- Para las deudas que las provincias tienen con el Banco Mundial y el BID, que suman 2700 millones de dólares, el Gobierno está dispuesto a crear un “seguro de cambio” para cubrir la diferencia entre 1,40 y la cotización del dólar en el mercado libre. “Todavía no definimos qué porcentaje se cubrirá, ni cómo se va a financiar. Los fondos para el seguro se asignarán todos los años en el presupuesto”, indicó Gabrielli, sin poder abundar en precisiones.
- Desaparece el piso de coparticipación vigente en el pacto fiscal, que originalmente fue de 1364 millones para repartir entre todas las provincias y después se redujo a 1187 por el recorte del 13 por ciento. “A partir de marzo, la Nación y las provincias se someterán a una distribución a suerte y verdad”, dijo Gabrielli, en referencia a que no habrá una suma fija para los distritos del interior, sino que se repartirálo que se recaude. Eso, siempre y cuando los gobernadores lo acepten y firmen el acuerdo que el Gobierno se comprometió a obtener ante el FMI.