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Después de una semana de suba ininterrumpida, el dólar cedió ayer y cerró a 2,95, tres centavos menos que el lunes. “Los exportadores liquidaron más dólares que el lunes. Esta situación demuestra que no fue un cambio de tendencia de la plaza. Más bien fue la fijación de un nuevo rango de precios”, explicó un cambista, que ubica el techo de la cotización en los 3 pesos. El retroceso del dólar en el mercado local coincidió con una leve apreciación del real, confirmando, como había dicho Lavagna, la correlación que supuestamente debería haber entre ambos mercados cambiarios.
“El Banco Central acompañó al mercado. Reguló sólo en algunos casos; por ejemplo, cuando tocó los 2,92 vendedor”, acotó otro operador. En el balance, el Central embolsó sólo 2 millones de dólares para sus reservas.
Por otro lado, el descenso en las tasas de interés provocó que en julio numerosos ahorristas trasladaran sus depósitos a plazo fijo a cuentas a la vista. Así, en julio, si bien los depósitos del sector privado aumentaron en 800 millones de pesos, los plazos fijos cayeron en 750 millones.