La mesa chica de la UIA junto a representantes de la Confederación de Gremios Industriales.
Imagen: DyN.

Empresarios y gremialistas se aprestan a firmar una tregua de cara a las próximas paritarias. La mesa chica de la Unión Industrial (UIA) y representantes de la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (Csira) coincidieron ayer, en la sede de la entidad fabril, en “profundizar el diálogo” y priorizar la preservación de los puestos de trabajo en un contexto económico convulsionado. Pese a la moderación en los reclamos salariales que pueda surgir de parte de algunos gremios, la idea de pausar las paritarias que había deslizado el secretario de la UIA, el massista José Ignacio de Mendiguren, aglutinó las críticas de los sindicalistas. Los industriales buscaron desligarse de la responsabilidad respecto de los aumentos en los precios.

“Eso es aberrante. Son irresponsables. Deberían ser más prudentes en sus mensajes y no ver la salida por el lado del salario”, expresó el titular de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló, en referencia a propuestas que impliquen reducir el poder adquisitivo de los trabajadores. Por su parte, el presidente de la UIA, Héctor Méndez, de-sestimó que el sector industrial sea el causante de la suba de precios e indicó que “no hay un solo culpable, todos tenemos una cuota y no es justo que se cargue contra un sector en particular”. El 15 de marzo “habrá una nueva reunión. con el objetivo de trabajar conjuntamente para defender el modelo industrial con inclusión social”, afirmó Caló.

La reunión empezó pasada las 9 en la sede de Avenida de Mayo al 1100, a la que asistió casi toda la junta directiva de la UIA, con excepción de los vicepresidentes Luis Betnaza (Techint) y José Urtubey. Junto a Méndez y Mendiguren asistieron Juan Carlos Sa-cco, Daniel Funes de Rioja, Cristiano Rattazzi, Guillermo More-tti, Guillermo Padilla, Adrián Kaufmann Brea, Juan Carlos Lascurain y Martín Etchegoyen. En representación de la Confederación asistieron, además de Caló, Oscar Romero (Smata), que asistió en representación de Ricardo Pignanelli; Manuel Pardo (Smata), Alberto Murúa (Plásticos), Alvaro Rodríguez (gremio plásticos), Roque Garzón (farmacia), Romildo Ranú y Jorge Lobais (textiles). La reunión tuvo lugar luego de que Méndez y Funes de Rioja fueran recibidos en la Casa Rosada por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.

La promesa fue no anticipar cifras a la discusión salarial. Cumplieron. No obstante, esa serie de encuentros permite tomar el pulso de lo que serán esas negociaciones. “Fue una reunión de intercambio como actores principales de la realidad nacional y lejos estuvimos de hablar de paritarias”, afirmó Méndez. El empresario plástico sostuvo que se busca “la apertura de un diálogo fecundo”. “No podemos estar ausentes de la realidad económica del país, que no es sencilla, pero acá estamos, para sumar y colaborar”, agregó. Anticipó además que “todas las semanas mantendremos distintas reuniones en la sede fabril con referentes del sector sindical y político, de todas las representaciones y pensamientos”. En la reunión no faltaron chicanas. “Hay cierto discurso opositor que es al menos inoportuno respecto del momento económico del país. Los dirigentes, políticos o empresarios, deberían acompañar este proceso industrial y hacer aportes”, señaló Romero. “Ojo, que no es con vos el problema, Vasco”, se adelantó otro de los sindicalistas, tratando de enfriar el clima. Mendiguren había deslizado la necesidad de reformular las paritarias en un “contexto inflacionario”, e incluso suspenderlas para evitar que se pierdan puestos de trabajo. Ahora dio marcha atrás sobre sus dichos y consideró que es necesario comenzar la discusión salarial lo más pronto posible. “No dijimos que hoy haya pérdida de empleos, pero avisamos que puede haber”, dijo Méndez en declaraciones radiales, respecto de la reunión que mantuvo con Capitanich.

Caló remarcó que la discusión con la UIA fue “positiva, con la mirada en defender este modelo industrial, para que el país siga creciendo y la inflación siga bajando”. De todos modos, aclaró que no le pondrá “ni piso ni techo salarial a nadie”. “En caso contrario, estaría dando lugar para que los formadores de precios aprovechen esa situación y salgan a remarcar los productos”, aseguró.