¿Qué comparten Techint, Monsanto, Siderar, Quilmes, Danone, Wal-Mart, Peugeot-Citroën y Petrobras? Todas esas firmas rectificaron sus declaraciones juradas por más de 470 millones de pesos a favor del fisco luego de reconocer que abusaron de un acuerdo fiscal con el Reino de España para reducir su carga impositiva. Forman parte de un listado de 51 grandes grupos económicos locales y multinacionales que entre 2006 y 2010 recurrieron a la planificación fiscal nociva abriendo sociedades en Madrid para abusar deliberadamente de la legislación tributaria. La maniobra que desactivó la AFIP dos años atrás fue dada a conocer por este diario en agosto de 2012. Esa vía de evasión fiscal fue clausurada y lentamente las empresas comienzan a subsanar sus conductas. El 82 por ciento de las empresas intimadas ya aceptó el ajuste del organismo recaudador. Resta que resuelvan su situación firmas como el grupo chileno Cencosud, la cementera de capitales suizos Juan Minetti, la siderúrgica Acindar, que hoy es controlada por un holding de la India, la alimentaria canadiense McCain y la papelera estadounidense Kimberly Clark, entre otros.

Las estructuras de propiedad de los grandes grupos económicos locales y empresas extranjeras son complejas, pero nada está librado al azar. Una investigación elaborada en 2011 por la Comisión evaluadora y revisora de convenios para evitar la doble imposición, que integran los ministerios de Relaciones Exteriores y de Economía y encabeza la AFIP, detectó que una cantidad considerable de empresas argentinas cambiaron de “domicilio” entre 2006 y 2010 con un denominador común: todas terminaron controladas por firmas radicadas en España. El objetivo de esas migraciones era eludir de forma fraudulenta el pago del impuesto a los bienes personales correspondiente a las tenencias de acciones o participaciones societarias, aprovechando las ventajas que ofrecía un Convenio para Evitar la Doble Imposición firmado en 1994 entre Argentina y España.

El mecanismo era tan popular que incluso aparecía promocionado en manuales y libros especializados. El artículo 22 del convenio fiscal disponía que los residentes del país europeo accionistas o socios de una empresa argentina no estaban sujetos al impuesto sobre los bienes personales por la tenencia de esas participaciones. El vehículo utilizado para llevar adelante esa estrategia era el uso y abuso de las Entidades de Tenencia de Valores Extranjeros (ETVE), un tipo de sociedades que tenía como único objetivo la tenencia y gestión de participaciones en entidades no residentes. Así, las grandes compañías explotaban al máximo ese mecanismo. El ETVE poseía un tratamiento fiscal especial en España que beneficiaba a sus socios, ya que estaban eximidos de la imposición de los dividendos y participaciones en beneficio de empresas extranjeras y no debían pagar el impuesto a la renta después de la distribución de esos beneficios.

La maniobra se desarticuló cuando se dio de baja el acuerdo. El primer paso fue negociar un nuevo marco legal con España que eliminara esa vía de evasión y, en paralelo, el organismo que conduce Ricardo Echegaray comenzó a intimar y reclamar el pago de los impuestos adeudados a las firmas identificadas. Ayer, AFIP informó que el 82 por ciento de estas empresas aceptó el ajuste y rectificaron sus declaraciones juradas por más de 470 millones de pesos a favor del fisco. Algunas de ellas son Bayer, Nextel, Atanor, Hewlett Packard, Volkswagen y Fargo.