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La continuidad de la sequía en vastas zonas del país amenaza con afectar los índices productivos del sector agropecuario si no se produce en el corto plazo un cambio en las condiciones meteorológicas. En tanto, las organizaciones empresarias del campo volvieron a poner en el centro de la escena sus viejos reclamos en materia tributaria, incluso aquellos que no guardan relación alguna con el problema climático, como la reciente modificación en la valuación de las exportaciones para el cobro de Ganancias. En este contexto, el secretario de Agricultura, Miguel Campos, anunció que el Gobierno dispone de un fondo de emergencia de 8 millones de pesos para brindar ayuda directa a los productores agropecuarios afectados por la sequía.
“Esperamos los últimos informes de las provincias para hacer una evaluación ajustada de las pérdidas y establecer los mecanismos para que la ayuda llegue directamente a los damnificados”, agregó. “Una forma sería facilitar la entrega de forraje para el ganado que esta en situación comprometida y que aún se puede salvar”, puntualizó. El titular de la SAGPyA informó que su cartera se mantiene en constante comunicación con los ministros de agricultura provinciales y con los intendentes de los municipios “más castigados por la falta de lluvias”.
La sequía afecta no sólo a una amplia porción de la pampa húmeda, sino especialmente a las regiones extrapampeanas, como Formosa, el NEA, Tucumán, La Rioja y Mendoza. Su continuidad podría provocar fuertes pérdidas por el retraso de las siembras de la cosecha gruesa, la mortandad de animales por la falta de pasturas y la disminución de las pariciones y los índices de preñez.
El sector ganadero “se encuentra en un punto límite”, advirtió la Asociación de Productores Agropecuarios del Oeste Pampeano. Frente a la gravedad del cuadro, la entidad empresaria reclamó la puesta en marcha de líneas de crédito que permitan superar la situación, junto con “una menor presión fiscal”. Según los empresarios, los estragos provocados por la inclemencia climática se verían agravados por la decisión del gobierno de cargar a la producción del sector “con las modificaciones que se plantearon al Impuesto a las Ganancias, entre otros puntos”.
De acuerdo a proyecciones preliminares no oficiales, en La Pampa ya habría 6000 animales muertos por la falta de agua, mientras que se habrían perdido alrededor de 300.000 toneladas de trigo. La propuesta del empresariado del campo es que el Ejecutivo provincial declare el “estado de emergencia agropecuaria” sobre un vasto sector de alrededor de 11 millones de hectáreas. En tanto, un informe climático elaborado por la Oficina de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires señaló que durante los próximos días los vientos del nordeste podrían producir precipitaciones en la mayoría de las zonas afectadas.