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El presidente del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio, consideró ayer que se prejuzgó al inhabilitar al CEO del Citibank, Gabriel Ribisich, por incumplimiento de las leyes locales vigentes (ver aparte). El funcionario porteño afirmó que el Gobierno primero tomó las medidas cuando en “términos de Justicia es al revés”. Frigerio se suma a las declaraciones de su vicepresidente, Juan Curutchet, quien calificó el jueves pasado la medida dispuesta por el Banco Central contra el directivo como “una sanción chavista”, y de directivos de entidades financieras de capital extranjero.

“No me parece bien prejuzgar. Con el Citibank primero tomaron las medidas. En términos de Justicia es al revés”, sostuvo Frigerio en declaraciones radiales. El funcionario sostuvo, a modo de chicana, que “no es algo que sorprenda de este gobierno”.

La medida disciplinaria sobre el Citi intensificó los cruces entre el sector empresario más concentrado y el Gobierno. El establishment financiero considera la inhabilitación de Ribisich una avanzada contra el empresariado y expresó su apoyo al holding bancario que acordó con un fondo buitre una salida del país (ver aparte). La Asociación Empresaria Argentina (AEA) reclamó al Central una “inmediata revisión” a la medida.

Por su parte, la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), que ayer volvió a reunirse para analizar el tema, expresó su “rechazo a esta decisión de gravísimas consecuencias que afecta injustamente a uno de su asociación y a su representante legal”. Desde el Central descartaron que se trate de una persecución y aseguraron que busca que se cumpla con la leyes vigentes. “No puede venir una sucursal de una empresa extranjera y acatar las leyes de su país de origen”, señaló a este diario un directivo del organismo monetario.