Los fondos provenientes de la colocación del título público Bonar 2024 del martes pasado llegaron ayer a las arcas del Banco Central y, como resultado, las reservas se ubicaron en 32.675 millones de dólares, su nivel más alto desde noviembre de 2013. Pese a las amenazas de los fondos buitre y del juez Thomas Griesa, el financiamiento obtenido por la ampliación de ese bono, que alcanzó a 1415 millones, permitió un aumento en el stock de activos del Central de 1247 millones de dólares. La llegada de los fondos había sido adelantada desde Moscú por la presidenta Cristina Fernández y más tarde fue confirmada por el titular del BCRA, Alejandro Vanoli. Las condiciones de mayor oferta de divisas también le permitieron a la autoridad monetaria comprar 40 millones de dólares. Esto oxigena las cuentas del Central para hacer frente al pago de importaciones y para la venta de dólar ahorro. El funcionario aseguró que el pago a importadores se está normalizando y rechazó que existan atrasos con este sector por 10.000 millones de dólares.

Tal como había anticipado Página/12, el dinero recaudado por la colocación del Bonar 2024 demoraría 48 horas en hacerse efectivo. Si bien las condiciones de esta emisión –bajo ley argentina y sus servicios pagaderos a través de la Caja de Valores– impedían que quedaran al alcance de las garras de los buitres, las estrambóticas órdenes del juez neoyorquino a las que el equipo económico está acostumbrado tornaba impredecible que el mecanismo de la emisión se realizara de manera aceitada. De hecho, Griesa calificó de ilegal la operación y solicitó a distintos bancos información sobre su participación en la compra de esos títulos. A fines de febrero último incluso boicoteó una emisión de 2000 millones de dólares organizada por Deutsche Bank y JP Morgan.

“La transacción se va a ejecutar. No puedo dar detalles por cuestiones legales, pero en el día de hoy seguramente ingresarán los fondos y no habrá problemas. Y se verá en el nivel de reservas”, confió Vanoli por la mañana a un grupo de periodistas luego de participar del acto por el 50º aniversario del nacimiento de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban). Las reservas llegaron a 32.675 millones, su mayor nivel desde el 11 de noviembre de 2013, antes de la devaluación de enero de 2014, cuando el stock de activos del Central se ubicaba en los 32.624 millones. Se espera por estos días que la emisión de 1500 millones de dólares en obligaciones negociables de YPF (ver aparte) arribe también al stock de reservas en los próximos días. Por su parte, el Ministerio de Economía anunció que, en el marco del programa de exteriorización de capitales, se abrirá un nuevo proceso de licitación del Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (Baade). El precio técnico de la colocación será de 101.21 dólares por cada lámina de 100 dólares de valor nominal. La suscripción al portador se canalizará exclusivamente a través del Banco de la Nación Argentina.

Los fondos ingresados permitirán compensar el goteo de reservas por los pagos de energía a automotrices e importadores y a los contribuyentes para atesoramiento. Ayer se concretaron operaciones de compra de moneda extranjera por 12,5 millones de dólares, cifra que en el mes asciende a 395,3 millones. Desde que se autorizó la compra para ahorro el Central convalidó ventas por 4778,4 millones de dólares, según cifras relevadas por la AFIP. Por su parte, el Central pagó 86 millones de dólares al sector energético.

En los últimos días se denunciaron retrasos en las autorizaciones para la venta de divisas a los importadores, que supuestamente acumularían una deuda de ente 10.000 millones y 12.000 millones de dólares. Vanoli aseguró que los pagos se están normalizando y que “no hay tal cifra de retención”. “Estamos aumentando significativamente el pago de importaciones, que ya el mes de marzo pasado subieron 30 por ciento”, dijo el funcionario.

El titular del Central consideró que la venta a importadores se trata de un “tema vital, como también lo es lo que popularmente se conoce como dólar ahorro”. También se refirió al tema de remisión de utilidades. “Obviamente estamos analizando caso por caso las distintas situaciones. Buscamos, como ya viene ocurriendo con el cambio de clima positivo que hay, promover la reinversión de las utilidades y ver, en cada caso, qué parte de las utilidades debe ser girada”, dijo Vanoli, quien aseguró que hay un importante flujo de inversiones. “Se puede ver en la suba que están experimentando los precios de los activos debido a que hay un aumento de la demanda”, agregó. “Hay mucha inversión directa y un aumento significativo de la inversión financiera, como lo indica la colocación del bono que refleja un positivo cambio de clima y esto va a generar expectativas aún mejores en la valorización de los precios”, concluyó el funcionario.