La industria automotriz registró en mayo un nivel de actividad que se ubicó 9,7 por ciento debajo del mismo período del año pasado, y 1,3 menos que en abril, informó ayer Adefa. Entre enero y mayo, el sector automotor produjo 216.154 unidades, un 16,1 por ciento menos que en 2014. La variación interanual se explica, en primer lugar, por las dificultades que experimentan las exportaciones, que tienen como principal destino a Brasil. La economía del país vecino experimenta un estancamiento que afecta la venta de vehículos producidos localmente y de importados, entre los que están los enviados desde la Argentina.

En mayo se produjeron 45.990 vehículos y se exportaron 22.454 unidades. Las ventas externas mostraron una baja interanual de 25,5 por ciento. El 80 por ciento de los envíos se destinan a Brasil, que muestran en lo que va del año una caída del 31 por ciento. En tanto, se vendieron a las concesionarias locales, entre autos nacionales e importados, 53.286 unidades, lo que representa un aumento interanual de 5,2 por ciento.

“Las principales variables industriales vienen manteniendo cierta estabilidad. Hay que continuar monitoreando la baja que registra Brasil y ver si tendrá un mayor impacto”, señaló la presidenta de Adefa y titular de General Motors, Isela Costantini. Advirtió además que el sector está expectante de la extensión del acuerdo que las terminales firmaron en enero con el Ministerio de Economía (y que vence a fines de junio), por el cual se amplió de 100 a 154 millones de dólares mensuales el cupo de dólares para las importaciones, a cambio de mantener los planes de inversión, las fuentes de trabajo y los precios. Otro tema que está en la agenda es la renegociación de la Política Automotriz Común (PAC) del Mercosur, que se prorrogaría por un año.