ECONOMíA › IDEA DEBATIO SOBRE HEGEMONIA, KIRCHNER, PJ Y UNA POSIBLE RUPTURA
Poder político y poder económico
Disimulando sus propias diferencias, el coloquio de IDEA fijó la mirada en el poder del Presidente y el partido gobernante. El secretario de Cultura le obsequió un pronóstico de fractura, que les sirvió a los empresarios para sembrar dudas sobre la real fortaleza de Kirchner.
Por Cledis Candelaresi
La nutrida concurrencia al coloquio de IDEA (Instituto para el Desarrollo Empresarial Argentino) tuvo ayer ocasión de escuchar advertencias sobre el poder hegemónico del justicialismo, los límites que impondrá el duhaldismo al poder de Néstor Kirchner y, de boca del propio secretario de Cultura, Torcuato Di Tella, el pronóstico de que el partido gobernante se fracturará irremediablemente. Pero esta tribuna de amplia cobertura mediática también fue aprovechada para emitir mensajes conciliadores. El gobernador Felipe Solá defendió las políticas kirchneristas con vehemencia, buscando disminuir la desconfianza que le profesa el jefe de la Rosada. En tanto que el titular de la UIA, Alberto Alvarez Gaiani, se esforzó en público por negar que se hubiera fracturado el bloque empresario, tal como insinuó la reunión que organizó ayer en Rosario una línea interna de esa entidad fabril. “Los empresarios estamos todos juntos para apoyar al Presidente”, sentenció ante este diario el empresario de la alimentación, haciendo gala de un flamante oficialismo.
En la cena del miércoles, mientras los cientos de comensales saboreaban en el Sheraton un menú de ciervo y hongos patagónicos, el gobernador bonaerense se esmeró por demostrar que comulga con las políticas del Presidente. “Estoy en la misma vereda”, sentenció Solá. “Comparto el diagnóstico que hizo la Nación desde el 25 de mayo: encontramos una sociedad mucho más enviciada y corrupta de lo que pensábamos”, añadió. De remate, reivindicó la decisión “de integrar a los excluidos, de los cuales los piqueteros son la expresión política”.
Pero el esmerado intento del bonaerense de mostrar a la conducción del gobierno nacional y de la principal provincia del país como parte de un poder monolítico desentonó con los pronósticos rupturistas que a la mañana siguiente hizo Torcuato Di Tella. El secretario de Cultura kirchnerista previó que en un futuro el justicialismo se fragmentará al menos en dos partes, una de ellas encarnada por el menemismo, como facción de derecha. Lo hará “en alianza con Ricardo López Murphy, algún sector de la UCR y de los partidos provinciales”. Minutos antes, en el mismo panel convocado para desentrañar el futuro del partido gobernante, el consultor Rosendo Fraga y el intelectual Natalio Botana habían coincidido en destacar al PJ como una fuerza “hegemónica” en la que Kirchner encuentra sus propios límites.
“Hay un dominio del partido, pero no del Presidente”, aclaró Botana. “La transversalidad es posible, pero condicionada. Sin Duhalde, Kirchner no hubiera conseguido en el Senado los votos necesarios para respaldar el ingreso de Eugenio Zaffaroni a la Corte”, advirtió Fraga. “Es cierto que Duhalde hizo llamados a los senadores desde Milán –admitió ante Página/12 el ex jefe de Gabinete duhaldista, Alfredo Atanasof–. Pero fue porque comparte con el Presidente el mismo proyecto político”, justificó.
Los empresarios advierten la misma paradoja que los intelectuales: un gobierno al que empezaron a mirar con cierto respeto porque ven capaz de construir poder propio, pero que, sin embargo, tiene gran riesgo de perderlo. “No sé si será igual de duro cuando el apoyo le baje del actual 80 por ciento a un 40”, conjeturó ante este diario un conocido industrial.
“Creo que Kirchner es el presidente adecuado, que en estos cinco meses tomó medidas correctas como los cambios en la Corte Suprema de Justicia y encaminó la negociación con los organismos multilaterales de crédito”, defendió por la tarde Luis Pagani ante un grupo de periodistas. Las dudas sobre la suerte del oficialismo y la resolución de los problemas pendientes, empezando por el precio de los servicios públicos, se reservan para los comentarios en privado.
Una incertidumbre similar les cabe a los propios empresarios sobre el futuro de sus organizaciones gremiales, ayer ensombrecido por el esfuerzo de Techint de organizar en Rosario el cónclave de una línea interna de la UIA, al que asistieron los ministros Julio De Vido, Roberto Lavagna y Carlos Tomada. “Fue una idea de Paolo Rocca y no de todo el grupo”, minimiza Alvarez Gaiani. Sin embargo, la reunión rosarina tuvo a maltraer no sólo al titular de la entidad fabril sino también al resto de los organizadores de IDEA, quienes no ahorraron gestiones para que hubiese en Mar del Plata una presencia oficial de envergadura al menos semejante a la que hubo en la ciudad santafesina. Finalmente, consiguieron que el titular de Trabajo fuera el orador de la cena de ayer y que el de Economía comprometiera su presencia para hoy.