Jueves, 13 de agosto de 2015 | Hoy
ECONOMíA › POR SEGUNDO DíA CONSECUTIVO CHINA DEVALUó SU MONEDA, ACUMULANDO 3,5 POR CIENTO EN LA SEMANA
En medio de temores del mercado mundial a una guerra de monedas, el Banco Popular de China defendió que se trata de una reforma del sistema cambiario que no implicará una devaluación continua. Repercusiones y distintas interpretaciones.
Por Federico Kucher
La moneda de China anotó ayer una depreciación del 1,6 por ciento, en tanto que en la jornada previa lo había hecho en un 2 por ciento, para marcar la corrección del tipo de cambio más elevada de los últimos veinte años. Los movimientos del yuan generaron tensiones a nivel internacional. Las Bolsas de los principales países europeos anotaron una caída en el precio de sus acciones, al tiempo que las cotizaciones de materias primas como la soja marcaron un fuerte retroceso. Algunos analistas aseguraron que es necesario seguir la evolución del yuan en las próximas semanas para entender la estrategia del gigante asiático. Adelantaron que la devaluación no tendría una conexión con la necesidad de recomponer el ritmo de las exportaciones chinas, sino que se vincularía con un proceso de apertura gradual en el mercado cambiario y de capitales.
Las correcciones del tipo de cambio chino generaron nueva incertidumbre en un mundo que no logró recuperar el ritmo de crecimiento ni el nivel de empleo previo al estallido de la crisis financiera internacional. Nueva guerra de monedas, necesidad de incrementar la competitividad cambiaria para elevar las exportaciones, intento de recomponer el ritmo de expansión económica, fueron algunas de las principales explicaciones de especialistas en medios de comunicación respecto de esta devaluación. “Las interpretaciones de estos días sobre la depreciación china generaron más duda que certezas. Es algo apresurado dar una explicación sobre este fenómeno que tomó a todos por sorpresa”, dijo Ariel Slipak, investigador del Conicet dedicado a estudiar en los últimos cuatro años la relación entre China y Argentina. Agregó que “la medida es rara, porque China en los últimos años se caracterizó por hacer siempre lo que dijo que iba a hacer y en este caso la devaluación no había sido anunciada”.
Slipak precisó que desde 2011 la economía china avanzó en un plan quinquenal de fomento al mercado interno, con la estrategia de crecer a partir de la recomposición de los salarios. “Esta devaluación es una medida realmente extraña, porque echa por tierra la propuesta de crecer en forma sustentable, ya no como una plataforma exportadora sino con un mayor dinamismo del consumo interno”, apuntó. Mencionó que una de las principales consecuencias de la corrección cambiaria es la caída de los salarios chinos, al tiempo que restó importancia al impacto en el precio de los commodities. El mercado tiene expectativas de que la devaluación alcance un 10 por ciento.
Martín Burgos, coordinador del departamento de Economía del Centro Cultural de la Cooperación, apuntó que “el movimiento del tipo de cambio chino no parece tener una relación con el intento de recomponer los niveles de exportaciones a través de un incremento de la competitividad cambiaria. Para que suban las exportaciones en el mundo te tienen que demandar más. Pero hoy eso no pasa. El comercio a nivel mundial muestra un importante desaceleración”. Aseguró que, aunque hay que ser cautelosos para ver cómo evoluciona la divisa en los próximos días, el movimiento del yuan puede tener una relación más clara con los aspectos financieros. “El Fondo Monetario Internacional le viene pidiendo a China que avance en un proceso de desregulación de su mercado de cambios y de los controles en el flujo de capitales. Estas devaluaciones podrían llegar a ser una especie de guiño, de primer paso en esa dirección. Si esto es lo que ocurre, China experimentará tensiones para su desarrollo, puesto que las economías que dejan liberado el manejo de los capitales al funcionamiento del mercado tienen una fuerte vulnerabilidad ante procesos especulativos”, indicó.
Las inversiones del gigante asiático en la región, pese a los movimientos en su tipo de cambio, no deberían alterarse. “China tiene un programa de inversiones en distintos países de la región, donde se destaca la construcción de importantes obras de infraestructura, que no se alterará por temas cambiarios”, aseguró Slipak.
La caída de la moneda es percibida como una forma de ayudar a las exportaciones, pero la entidad monetaria china defiende que es parte de una reforma del sistema cambiario, para acercarlo más al mercado. La fluctuación del yuan “está bajo control”, aseguró el economista jefe del Banco Popular de China, Ma Jun. El Banco Central “es plenamente capaz de estabilizar el tipo de cambio si hay necesidad”, declaró Ma Jun, según comentarios recogidos por la agencia oficial Xinhua.
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