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Existen 93.140 familias que se encuentran en mora con sus créditos hipotecarios, por montos inferiores a los 100.000 pesos. Se trata de personas que se endeudaron en distintos bancos para comprar, construir o refaccionar su vivienda única. La deuda total por esos créditos alcanza a 2064,2 millones de pesos. Equivale a alrededor del 20 por ciento del stock de préstamos para la vivienda.
El informe girado por el Banco Central a la comisión de legisladores que analizó el salvataje a los deudores hipotecarios, y al que accedió Página/12, no consigna la cantidad de quienes fueron incumplidores a partir de junio de 2001, que es la fecha clave para inscribirse en el auxilio oficial. Las personas que dejaron de pagar antes de ese momento quedaron excluidas del rescate oficial.
Las estadísticas ponen de manifiesto la gravedad de la crisis que castigó a la Argentina: la cuota del crédito hipotecario forma parte de las principales prioridades de cualquier familia. En el peor momento de la crisis, la morosidad en el sistema financiero rozó el 45 por ciento. Pero los menores niveles de retraso se percibieron en el rubro hipotecario.
La sanción de la ley llegó después de que el Fondo Monetario condicionara el último acuerdo con el Gobierno a que se prohibiera la suspensión de las ejecuciones hipotecarias. El Congreso había prohibido por ley los remates cuando estalló la crisis y fue prorrogando la medida cada vez que venció su plazo. La última vez fue a principios de septiembre. Si bien los distintos bloques parlamentarios estuvieron a favor de lanzar un salvataje, lo cierto es que existieron diversas posturas que recién se consensuaron el martes por la noche. El radicalismo reclamaba extender el auxilio a todas las deudas con garantía hipotecaria, pero el Gobierno se plantó en que la ayuda se restringiría a los créditos morosos destinados a la vivienda única y familiar. Y así salió la ley. Se calcula que el costo fiscal de la medida se ubicará entre 500 y 700 millones de pesos. Pero la realidad es que los créditos hipotecarios en problemas es un universo más amplio que las estimaciones preliminares del salvataje.
La radiografía del mercado hipotecario, incluyendo solamente al sistema financiero, indica que los créditos morosos totalizan 2246 millones de pesos. Deudas que están repartidas entre 94.490 operaciones. Más del 90 por ciento de estos créditos en mora son inferiores a los 100.000 pesos.
El Banco Hipotecario aparece, con comodidad, como el acreedor más importante. Tiene en cartera al 58 por ciento de los morosos: 47.027 operaciones, que totalizan 918,4 millones de pesos. En el ranking le sigue el Banco Nación, con 12.748 casos de mora por 293,4 millones de pesos, mientras que en el tercer puesto figura el Provincia de Buenos Aires (4100 casos por 152,4 millones). Entre los extranjeros, el acreedor con más morosos es el BankBoston (4433 casos por 186,2 millones).
La gran cantidad de juicios entablados por las entidades financieras contra sus clientes en mora fue determinante para que los legisladores apuraran una solución. De acuerdo con los datos recopilados por los propios bancos, el 40 por ciento de los créditos considerados “irrecuperables” ya fueron llevados a Tribunales. En esta situación se encuentran 24.889 familias. De este total, 7353 casos ya tuvieron sentencia en la Justicia.
La mayoría de los créditos hipotecarios impagos fueron considerados como “irrecuperables” por los bancos. Acumulan 1578,5 millones de pesos, el 76 por ciento del total de morosos.
Otro dato aportado por el relevamiento oficial dio cuenta de que los créditos en mora fueron, en promedio, de entre 20 mil y 25 mil pesos.