La (ex) Mesa de Enlace finalizó ayer su lockout patronal sin grandes repercusiones. El tránsito de camiones con soja, maíz, girasol y trigo para ser descargado en los puertos de Rosario fue calculado en 8172 vehículos, apenas un 20 por ciento menos que lo contabilizado hace quince días. Ayer mismo ingresaron en el puerto de Buenos Aires 178 camiones, mientras que Bahía Blanca recibió 158 vehículos, seguido por Necochea (200) y Rosario (1509). En el caso de la ganadería, hubo una mayor retracción en la cantidad de ganado ingresado en el Mercado de Liniers, aunque hubo actividad todos los días. En total ingresaron 5984 vacunos, mientras que el viernes 21 de agosto, previo al inicio del lockout, se habían enviado 18.000 animales. En el cierre de la jornada, la Sociedad Rural, CRA y Coninagro realizaron un acto en el Monumento a Güemes, en Salta. Por su parte, la Federación Agraria se mantuvo al margen del lockout. Como contrapartida, organizó el miércoles una jornada de debate sobre políticas diferenciadas, de la que participaron los presidenciables Sergio Massa, Mauricio Macri, Margarita Stolbizer y Daniel Scioli.

“Estamos en un lugar emblemático de la provincia de Salta y de lo que fue la pelea por la emancipación argentina. Es un orgullo poder estar acompañando a nuestros productores aquí. Pedimos categóricamente que saquen las retenciones, que eliminen los Roes (registros de exportación), que haya estabilidad monetaria y que tengamos mercados transparentes para decidir el precio”, reclamó el titular de la SRA, Luis Miguel Etchevehere.

Durante los cinco días que duró el lockout agropecuario, además de los granos y el ganado transportado, también hubo asambleas y algunos cortes de rutas parciales en distintas partes del país.

“En Salta no cerramos el paro agropecuario, sino que abrimos un capítulo más de las protestas del sector ruralista”, explicó Rubén Ferrero, titular de CRA, entidad que viene reclamando ocupar nuevamente un asiento dentro del órgano de control del Senasa, algo que fue rechazado de plano por el ministerio de Agricultura. El ministro del área, Carlos Casamiquela, acusó a los dirigentes de CRA, Coninagro y la Sociedad Rural de haber sido “cómplices” de los focos de aftosa del año 2000, época en la que integraban el comité de administración del Senasa. La FAA también lo integraba.

“El Gobierno no va a recaudar porque no va a haber siembra debido a que las actividades productivas no son rentables. Los productores de toda la Argentina estamos pidiendo que se revea eso”, agregó Etchevehere.

Por su parte, la Corriente Agraria Nacional y Popular (Canpo) consideró que el lockout fue inoportuno. “Se dio en un contexto de baja generalizada en el precio de los commodities, similar a la ocurrida en ocasión de la crisis global de 2009. Como en aquella ocasión, el gobierno nacional lleva adelante medidas para atender la situación de los productores tamberos, de fruta fresca y de trigo, que han sido impactados ante la caída de precios internacionales”, indicó la Canpo. La merma de la demanda de los productos locales por parte de los principales socios de la Argentina oscila entre un 15 y 35 por ciento. “Ante este panorama, el Estado nacional ha implementado líneas de crédito subsidiadas, aportes no reintegrables, así como subsidios a las cadenas de valor o las producciones regionales”, agregó la Canpo.

En la misma línea, la Federación de Organizaciones Nucleadas en la Agricultura Familiar (Fonaf) rechazó el cese de comercialización llevado a cabo esta semana al destacar que las entidades que lo organizaron son “gremiales patronales que sólo defienden sus intereses económicos sectoriales mezquinos, sin buscar en lo más mínimo el bien común general de la patria”. Las tres entidades decidieron mantenerse en “estado de alerta y movilización” y anunciaron que en los próximos días volverán a juntarse para evaluar los pasos a seguir.