“Hoy podemos mostrar que las pymes han renacido después de la bomba atómica que fue el neoliberalismo”, afirmó el ministro de Economía, Axel Kicillof, al participar en la celebración anticipada del Día de la Industria organizada por CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa). El titular del Palacio de Hacienda, que encabezó el evento junto al gobernador bonaerense, Daniel Scioli (ver más información en página 7), advirtió que “nos podrán abrumar con malas noticias y falsas denuncias, pero no pueden negar la realidad: que las medianas empresas crecieron entre 2003 y 2013 un 62 por ciento, alcanzando un total de 33.850 nuevas empresas”.

Continuando con su caracterización del sector, Kicillof precisó que “las pymes constituyen hoy el 44 por ciento del producto bruto de la Argentina y son la principal fuente de trabajo formal y genuino”. Detalló que “si hoy vemos un proceso de reactivación industrial, cuando el mundo está cayendo, es porque el Estado ha puesto todos sus instrumentos al servicio del sostenimiento del empleo y la producción, y particularmente de las pymes”. Indicó que “muchos quieren ver al Gobierno sin iniciativas, pero no paramos de anunciar medidas porque la crisis mundial sigue desarrollándose”. En este sentido, hizo referencia a la apertura de la Bolsa a la participación de empresas pymes para captar fondos, anuncio que calificó como “uno de los más ambiciosos y amplios programas para profundizar el financiamiento de las pymes”. El titular del Palacio de Hacienda adelantó, en su discurso, que en su cartera se está trabajando en la creación de un centro de conferencias para uso de las empresas del sector.

El ministro de Economía volvió a plantear la necesidad de elegir el futuro presidente entre dos modelos: el neoliberalismo que “desindustrializó al país durante 25 años a partir de 1976 o quienes resurgimos a las pymes de las cenizas con la realidad irrebatible de generar el 44 por ciento del PBI nacional”. “Hoy podemos demostrar que las pymes han renacido y han vuelto a surgir, a la vez que resultan la principal fuente generadora de empleo formal y genuino”, remarcó Kicillof, quien completó los datos de evolución de este segmento empresario puntualizando que en el número de pequeñas empresas se registró un crecimiento del 50 por ciento en los últimos diez años, y del 48 por ciento en el caso de los microemprendimientos.

“La política de reindustrialización de la Argentina no es una receta preconcebida, es una política al servicio permanente de la producción, el empleo y la inclusión social, que cambia frente a la coyuntura y que reconoce etapas”, puntualizó Kicillof. Osvaldo Cornide, titular de CAME, valorizó el rol de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI) como instrumento para proteger las pequeñas y medianas industrias nacionales. “La política de administración del comercio exterior significó la defensa de más de 70 mil puestos de trabajo”, destacó el empresario.

El ministro caracterizó la disputa en las próximas elecciones presidenciales señalando que “en 2015 se está decidiendo entre dos modelos de país, y uno es el modelo de la desindustrialización”. Con respecto a la propuesta del sector encolumnado detrás del principal referente de la oposición, Cambiemos, señaló que “son las mismas medidas que llevaron al cierre de 50 mil pymes, a la pérdida de los puestos de trabajo y del sueño de la Argentina industrial (...). El cambio presentado como el cambio mismo no siempre implica mejoras, hay cambios que van para atrás, y cuando el cambio se nos presenta como la vuelta al pasado, las alternativas son claras”.

Respecto de la propuesta del FpV, dijo que la apuesta “es seguir transformando el país y la clave es seguir sosteniendo y engrandeciendo nuestras pequeñas y medianas empresas, para que lleguen a ser grandes, porque la Argentina tiene que ser también todavía más grande y el mejor candidato para avanzar en ese camino no es otro que Daniel Scioli”. Cornide, a su vez, criticó a las entidades que nuclean, a la vez, a empresas multinacionales de distinto carácter, y dicen representar a los intereses del sector pyme. “Las pymes terminan siendo espectadoras y no conducen”, expresó. “¿Se imaginan si en esta comisión directiva hubiera una gran empresa siderúrgica, con representación en Brasil procesada por problemas de coimas, o una multinacional de golosinas? Mandarían ellos”, concluyó.