El dólar superó ayer la barrera de los 4 reales en Brasil, alcanzando un valor de 4,05 que depreció en el 1,8 por ciento la moneda local. Con este retroceso, la moneda del principal socio comercial de la Argentina se ubicó en su mínimo valor desde la implementación del Plan Real en 1994, presionada por las dificultades que encara el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff en el Congreso para poner en marcha un duro plan de ajuste económico. La caída también estuvo motivada por una ola de venta de inversores luego de que la agencia Standard and Poor’s le quitara la calificación “grado inversor” al país.

Standard and Poor’s había rebajado el 10 de septiembre pasado la nota de la deuda soberana de Brasil a “grado especulativo” ante su incapacidad de llevar adelante un neoliberal ajuste fiscal para sortear su recesión. Para este año el gobierno brasileño prevé una contracción de la economía de 1,5 por ciento, mientras que su inflación se aproxima a dos dígitos, más del doble de la meta oficial, y el desempleo continúa en ascenso. El índice de confianza del sector industrial se ubicó ayer en su menor registro en dos décadas. En tanto, se acentúa la crisis política desatada por el escándalo de corrupción de la petrolera estatal Petrobras, que involucra a ex funcionarios de la administración de Lula da Silva.

La moneda había llegado a caer a 3,913 unidades por dólar la semana pasada, pero fue apuntalada en 3,849 luego de que el Banco Central de Brasil interviniera en el mercado spot (mayorista) volcando una línea de dólares por 1500 millones, con compromiso de recompra. En lo que va del año, el real acumula un retroceso de 33 por ciento frente al dólar.