Cuando los dirigentes de la Mesa de Enlace tomaban la decisión de regalar alimentos (cuando no tirarlos, como en el caso de la leche) para protestar por la rentabilidad de sus empresas, la cobertura mediática era total. Pero cuando los que protestan son parte del eslabón más pequeño dentro de la industria de alimentos, pasan desapercibidos. Sin embargo, en pleno corazón comercial de Rosario, donde operan la Bolsa de Comercio y las principales empresas de granos, la Asociación de Industriales Panaderos regaló pan como un mecanismos de protesta contra los incrementos de precios aplicados por los molineros a la bolsa de harina, que ya acumula un ciento por ciento en un mes.

En Córdoba también los productos panificados sufrieron incrementos a raíz de la especulación de los molinos. La suba abrupta de la harina obedece a la decisión de los industriales de ajustar sus precios luego de las promesas de una devaluación, quita de retenciones a los granos y la eliminación de los permisos de exportación.

“Es una manera de llamar la atención de toda la población porque, en definitiva, nosotros somos el último eslabón de la cadena y somos quienes le ponemos la cara al cliente. Los empresarios argentinos no quieren perder ni un día, no están dispuestos a perder nada y por eso aplicaron aumentos abusivos luego de escuchar las promesas de un dólar a 15 pesos”, sostuvo a Página/12 Omar Ingrassía, titular de la Asociación de Industriales Panaderos de Rosario, uno de los protagonistas de la jornada de ayer.

La manifestación se llevó a cabo en la esquina de Corrientes y Córdoba, frente al ingreso a la Bolsa de Comercio rosarina. Según indicó Ingrassía, la bolsa de harina, insumo básico para la industria panaderil, ya se comercializa entre 285 y 305 pesos. Estos valores equivalen a una suba de ciento por ciento en comparación con los precios pre promesas devaluatorias. Por estos movimientos, el pan ya se vende en rosario un 25 por ciento más caro. Los panaderos regalaron aproximadamente 300 kilos de mercadería.

A la suba aplicada en la bolsa de harina, hay que agregarle los incrementos en las margarinas y grasas (40 por ciento) y levaduras (20). “Los anuncios de Prat-Gay, de un dólar a 15 pesos, descalabraron todo. Hacer anuncios de estas características con tanto tiempo, es hacer terrorismo económico”, afirmó a este diario Jorge Alonso, titular de la panificadora cordobesa Elca, y agregó: “Si la bolsa nos aumentó un cien por ciento, el pan en los negocios aumentó un 20 por ciento”.

La misma promesa devaluatoria, eliminación de retenciones y mayor apertura hacia las exportaciones también disparó los precios de la carne, que ya se comercializa en las carnicerías con un 30 por ciento de aumento. Los pollos aumentaron un 25 por ciento. La eliminación de retenciones al maíz impactará en los costos de los productores de carne aviar y porcina, ya que ese grano es un insumo clave para el sector.

Hasta el momento, los dirigentes representativos del “campo”, como la Sociedad Rural, CRA, Coninagro y FAA, que suelen protestar por su rentabilidad, nada dijeron sobre los incrementos de precios de los alimentos, que se extienden también a frutas, verduras y carne. Ellos son los más interesados, junto a las grandes exportadoras, que se concreten los prometidos anuncios de eliminación de retenciones y devaluación del peso.