En una ceremonia veloz, el radicalismo renovó ayer sus autoridades partidarias. El flamante titular del Comité Nacional es el intendente de Santa Fe, José Corral, quien deberá administrar durante los próximos dos años la alianza con el PRO, ya sin la participación de su artífice, el senador saliente Ernesto Sanz. “Somos protagonistas con nuestra propia voz, porque no nos vamos a transformar en lo que no somos. No somos nosotros los que cambiamos, siempre creímos que YPF debía ser estatal, que debe haber una educación pública de calidad... bienvenidos los que han modificados su pensamiento”, aseguró el presidente electo, en un mensaje hacia adentro del partido pero también hacia Mauricio Macri, que fue mencionado tres veces durante el acto y que no recibió ni un aplauso por parte de los correligionarios.

Reelecto intendente de Santa Fe por el 39 por ciento de los votos, Corral fue anunciado como la “renovación generacional” en la administración partidaria. Abogado, de 47 años, llegó ayer a liderar el Comité Nacional luego de que los radicales exploraran otras alternativas como Julio Cobos, Luis Naidenoff, Angel Rozas, Oscar Aguad o José Cano. La propuesta la hizo Sanz y encontró luego el consenso de los demás sectores. Sin ánimo de desgastarse en una pelea interna, los radicales recurrieron a una modificación en el organigrama de la mesa de conducción para alcanzar una lista de unidad. Habrá un presidente, tres vicepresidentes (Raúl “Chuli” Jorge, Silvia Elías de Pérez y Sergio Pinto) y 22 secretarías (con roles que se definirán más adelante). El conflicto central se produjo por el cargo de secretario general, ya que en él recaerá buena parte de la responsabilidad política cuando Corral, por sus responsabilidades de gestión, no pueda viajar desde su provincia a Buenos Aires. Ese puesto lo disputaban Walter Ceballos, uno de los escuderos de Sanz en la alianza con el PRO y el legislador Juan Nosiglia –impulsado por la agrupación La Cantera–, hijo del histórico operador Enrique “Coti” Nosiglia. En un contexto agitado por la conformación de los bloques legislativos, la integración de los gobiernos bonaerense, porteño y nacional, los jefes de las bancadas no presentaron el informe de gestión como se hace en cada renovación. De hecho, muchos diputados debían terminar la ceremonia temprano porque tenían la jura de los nuevos integrantes de la Cámara baja.

Formado políticamente en la militancia universitaria de Franja Morada, Corral llegó a la intendencia en 2011 como sucesor de Mario Barletta. Fue el primer intendente desde el regreso de la democracia en ser reelecto en esa ciudad. “Estos son momentos de acuerdo, son momentos de diálogo. Estoy seguro que vamos a dejar atrás esos momentos de confrontación, de enfrentamientos”, sostuvo ayer en su primer discurso como titular del Comité Nacional. El dirigente reconoció en su discurso que originalmente se había opuesto al acuerdo con el PRO. De hecho, en Santa Fe el radicalismo, aliado al socialismo, enfrentó al PRO a nivel provincial. De hecho, desde las barras le dedicaron unas estrofas al gobernador socialista saliente, Antonio Bonfatti, “que lo mira por TV”.

“Esta es una señal generacional. Y es un símbolo también para nuestros socios. La argentina necesita enlazar política y gestión. Ese es el mensaje de la UCR”, aseguró Sanz en sus últimas palabras. El senador mendocino anunció al día siguiente de ganar el ballottage, que por motivos personales volvería a su provincia, no aceptaría el cargo de ministro de Justicia que le había propuesto públicamente Macri y que tampoco seguiría al frente del radicalismo.

Fue el gobernador electo de Mendoza, Alfredo Cornejo, el encargado de proponer formalmente la lista de unidad. “El futuro de nuestro partido está atado al éxito de este gobierno”, aseguró el gobernador, reivindicando de la estrategia de aliarse con el macrismo. “El radicalismo va a seguir siendo un partido en recuperación si nos ven como protagonistas de este proceso y no metidos en peleas internas”, agregó el dirigente, en respuesta implícita a aquellos que tiene como preocupación la posibilidad de que el PRO termine pasando por encima a la UCR.

Cuando parecía que se encaminaba la aprobación, el ex jefe de la bancada de senadores nacionales, Raúl Galván, reclamó a la conducción que se reabra el debate sobre la estrategia partidaria. Les reprochó, además, que no se hicieran los homenajes a los dirigentes radicales fallecidos, como es tradición. “La ciudadanía debe ver que encaramos el inicio de esta etapa de manera unificada”, le contestó el delegado entrerriano Fabián Rogel y pidió que por una cuestión “táctica” ese debate quede en manos del futuro presidente partidario. Se aprobaron las autoridades. Como al cierre de cada acto, sonó la marcha radical. Pero esta vez, nadie cantó.