A partir del primero de enero la administración de las importaciones pasará a estar mucho más acotada y el instrumento central de regulación volverán a ser las Licencias No Automáticas. Lo confirmó ayer el ministro de Producción, Francisco Cabrera, en la Conferencia de la UIA, ante cientos de empresarios en un clima de satisfacción y expectativa por los guiños de las nuevas autoridades. Además, confirmó la derogación de todos los sistemas de solicitud de información que la Secretaría de Comercio tenía frente al empresariado. Es decir, las empresas no tendrán que continuar informando al Estado sobre los precios, producción y márgenes de rentabilidad. Cabrera pidió que le den “una semana” para que vuelva el crédito externo al país. Frente a esas medidas, hay preocupación de las pymes.

Entre la distensión que genera cualquier recambio y la percepción de que la relación entre los nuevos funcionarios y los empresarios “vuelve a la normalidad”, en el salón principal de Parque Norte reinó la buena onda. Relajados, Francisco Cabrera y Luis Betnaza, director corporativo del Grupo Techint, llevaron adelante casi a dúo el panel “Desarrollo productivo, comercio y política industrial”. “Venimos de cuatro años de parate en la actividad industrial y creo que tenemos problemas ligados a dos factores. Por un lado, la cuestión coyuntural, porque nuestra agenda está muy ligada al día a día. Actuamos como gerentes más que como accionistas, o sea, no pensamos en el largo plazo”, comenzó Betnaza.

El directivo de Techint advirtió sobre la “condición de espacialidad”. Recordó que las negociaciones para liberar el comercio global de la Ronda de Doha fracasaron sucesivamente y que entonces “emerge una instancia superadora que es el Acuerdo Transpacífico –un convenio de libre comercio entre Estados Unidos y varios países de la cuenca del Pacífico– y también la Alianza del Pacífico”. Betnaza valoró que esos países, a diferencia de China, tienen normas transparentes en términos ambientales, laborales y en relación al rol de sus empresas estatales. Esta referencia no es casual, ya que el principal riesgo en el horizonte de Techint a nivel mundial es la extrema competitividad china. “Pancho, me gustaría que nos cuentes qué pensás con respecto a estos temas”, invitó Betnaza a Cabrera.

“En primer lugar me gustaría decirles que estamos frente a un cambio muy importante. Se abre una etapa de diálogo, de escuchar, aprender y generar consensos”, empezó Cabrera, en estricto lenguaje PRO, y recordó los tres ejes del gobierno de Macri: pobreza cero, unir a los argentinos y la lucha contra el narcotráfico. En relación al comentario de Betnaza acerca de la dominancia de la coyuntura, Cabrera consideró que “hay que cambiar la lógica y pensar en el largo plazo. Para eso va a ser importante levantar el cepo cambiario, va a dar un marco para tomar las decisiones”.

El 31 de diciembre dejarán de tener vigencia las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI), que monitorean todo el abanico de las importaciones desde comienzos de 2012. Se trata de una exigencia de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que dio el visto bueno a una demanda contra el país iniciada por Estados Unidos, Europa y Japón. “Se caen las DJAI”, sintetizó Cabrera. Le siguieron aplausos, y el ministro acotó riéndose que “algunos aplauden y otros estarán preocupados”.

El gobierno va a reemplazar a las DJAI por el Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones (SIMI). En resumen, de las 19 mil posiciones arancelarias del comercio exterior que todavía están vigiladas por las DJAI, 18 mil posiciones se liberan y pasan a tener Licencias Automáticas, que no deberían entorpecer el proceso de importación. Las restantes mil posiciones quedan bajo las Licencias No Automáticas (LNA). “Nos permitirán cuidar el empleo y simplificar los trámites”, dijo Cabrera. Para medir el impacto de la modificación habrá que evaluar qué productos quedan protegidos y qué tan efectiva es la administración. El cambio de gestión en Comercio hizo que se acumulen cerca de 16 mil DJAI en sala de espera.

Si la baja de las DJAI generó una cálida ovación, el siguiente anuncio despertó el fervor patronal. “Hoy mismo –por ayer– derogamos todos los regímenes informativos de la Secretaría de Comercio que son abusivos para las empresas”, señaló el ministro, en relación a los pedidos de información de precios, producción y rentabilidad que efectuaba el ex secretario Augusto Costa. Es más que simbólico. En este último tiempo al empresariado le irritó mucho tener que ventilar secretos al Estado.

Por su parte, Betnaza insistió con el tema de China. Advirtió que los acuerdos de inversión con financiamiento chino o ruso “exigen comprarles el equipamiento y deja poco espacio a la industria nacional. Sólo faltaría que traigan a sus trabajadores”. “Eso es porque Argentina es un país sin crédito. Hay que esperar una semana”, respondió Cabrera. Contó acerca de la creación de una agencia de inversiones “para buscar y apoyar a los cien mayores proyectos de inversión que estuvieron parados a causa del marco jurídico, de no poder girar dividendos y por el desdoblamiento cambiario”. También ponderó la relevancia del Plan Belgrano, a través del cual el gobierno se propone incentivar el desarrollo económico del norte del país.

La UIA juega de local en el gabinete de Cabrera. El secretario de Industria es Martín Etchegoyen, ex director ejecutivo de la central empresaria, ovacionado ayer en la conferencia. Completan el equipo el economista Miguel Braun en Comercio, Lucio Castro en la secretaría de Transformación Productiva, Andrés Boeninger (Economías Regionales) y Mariano Mayer (Pymes).