ECONOMíA › EDUARDO HECKER, PRESIDENTE DEL BANCO CIUDAD DE BUENOS AIRES
“El negocio será dar mucho crédito”
Recién mudado al banco, mantiene la prioridad productiva que tuvo en la Secretaría de Desarrollo porteña. La ciudad como motor económico y el eje en los emprendimientos productivos.
Por Claudio Zlotnik
El economista Eduardo Hecker es el flamante presidente del Banco Ciudad de Buenos Aires. Ocupó la Secretaría de Desarrollo Económico durante la gestión anterior de Aníbal Ibarra. A punto de instalarse en su nuevo despacho, Hecker recibió a Página/12 y habló de sus proyectos. Dijo que quiere un banco al servicio del sector productivo, en especial de las pymes, y que por ese motivo tiene previsto aumentar un 80 por ciento el stock de créditos hacia ese sector durante el 2004. Crítico del comportamiento del sistema financiero durante la década del 90, Hecker prometió también bajar las tasas de interés. “Nuestra política será amigable hacia los sectores productivos”, enfatizó.
–Ante la ausencia de crédito existen dos posiciones: los banqueros culpan al Banco Central y advierten una falta de demanda, mientras que el Gobierno reclama una baja de las tasas para reactivar ese mercado. ¿Usted en qué posición se ubica?
–Vengo de un área donde trabajé con los sectores productivos, en particular con las pequeñas y medianas empresas. Quisiera que el Banco Ciudad avance en el crédito a la producción. Ese es el escenario que viene. Mientras se afiance la reactivación y continúen las políticas activas a favor de la producción, los empresarios van a invertir. No sólo en capital de trabajo sino también en bienes de capital. Es cierto que en las compañías se muestran reacios porque se aguarda tener más certezas para el largo plazo. Pero yo soy optimista porque se nota un proceso de desinversión en las empresas por culpa de la crisis de los últimos años. Es cierto también que el Banco Central debería flexibilizar algunas normas. Debería tomarse más en cuenta que estamos saliendo de una crisis tremenda y que las regulaciones deben adaptarse para ampliar la base de tomadores de crédito.
–¿Los bancos deberían bajar las tasas?
–Sí. Lo haremos todo lo que se pueda. Pero que quede claro. Son tres componentes que juegan en contra de la reactivación del crédito: la incertidumbre, las normas regulatorias que faltan adaptar y las tasas, que deben seguir cayendo. Pero también es cierto que los bancos no están acostumbrados a prestarle al sector productivo.
–¿Cuáles son los rubros que, por su nivel de actividad, más financiación requieren?
–La estructura productiva de la ciudad de Buenos Aires es diversificada, con una fuerte presencia de pymes. El Producto Bruto geográfico de la ciudad es casi un cuarto del Producto del país, mientras que el producto industrial está entre 15 y 18 por ciento del producto industrial de la Argentina. Buenos Aires es el segundo distrito industrial del país. Tienen presencia los sectores farmacéutico, químico, plástico, indumentaria, calzado, juguetes y gráfica. También las industrias culturales. La mayoría se encuentra en mejor posición competitiva que durante el modelo económico de la década pasada.
–A partir de este escenario, ¿cuál será la estrategia del banco?
–Habrá que hacer muchas operaciones de crédito. Ese será el negocio. Durante los años ‘90, los bancos se acostumbraron a prestarles al Estado y a los gobiernos provinciales. Eso no va más. Lo bueno y sano pasa por diversificar el crédito. Hay que respaldar a los sectores más dinámicos, pero también prestarles atención a los proyectos de inversiones que sean rentables. Nuestra política será amigable hacia los sectores productivos.
–¿Cuánto aumentarán los créditos a la producción?
–La intención es incrementar el stock de esos préstamos en un 80 por ciento en el 2004. Esta expansión será muy relevante entre las pequeñas y medianas empresas.
–¿En qué le falta crecer al banco?
–Hay dos grandes líneas hacia adelante: por un lado, mantener y profundizar los proyectos de modernización y prestar los servicios que los privados se abstienen, como la acreditación de la asistencia social. Porel otro, dar un fuerte apoyo a la actividad productiva. Se vienen los préstamos a las inversiones en activos fijos (inmuebles, maquinarias, etc.). Quiero que el banco se posicione fuerte en este segmento. Sin olvidar el financiamiento al consumo. A diferencia de antes, ahora el consumo está ligado a bienes fabricados en la Argentina.
–La cuenta pendiente en el actual proceso económico es la falta de crédito de largo plazo.
–Lo está porque la economía está reaccionando tras una crisis histórica. Pero lo importante es que el banco está fuerte y sólido para seguir avanzando. La relación con el sector productivo es un camino que ya transitaba.
–¿La banca pública está en condiciones de diferenciarse de los bancos privados, en especial los extranjeros, que se muestran muy cautelosos?
–Creo que sí. A la banca pública le corresponde un rol importante porque ha sido confiable para la gente en medio de la crisis. Esa confianza le permitió al Banco Ciudad ganar posiciones en el mercado.
–Usted fue funcionario público, pero no es un hombre del sistema financiero. ¿Qué críticas les hace a los bancos por la crisis?
–Las entidades financieras tuvieron una política muy atada a los negocios con el Estado. Durante los ‘90 fueron incapaces de dar créditos a la producción.
–¿Le sorprendió que los depósitos volvieran a los bancos después del corralito?
–Fue llamativo. La verdad que sorprende que el sistema financiero muestre un grado importante de liquidez y que las tasas hayan caído a los niveles actuales. Hace un año nadie lo hubiese imaginado.