ECONOMíA › LA INDUSTRIA SE RETRAJO UN 17 POR CIENTO EN EL PRIMER BIMESTRE
Falta un mes menos para reactivar
Los indicadores oficiales muestran que la mayor debilidad de la estructura industrial para conseguir una reactivación es que el mercado interno está quebrado y con la devaluación sola no alcanza. La salida exportadora no es para todos y sólo hay sustitución de importados en aquellos mercados donde todavía hay consumo. El fondo de la caída aún no aparece.
Por David Cufré
El 9 de julio se acerca y por ahora nada indica que ese día se pueda celebrar el fin de la recesión, como prometió Eduardo Duhalde. Si es por la industria, lo mejor que podría pasar para entonces es que se haya frenado la vertiginosa caída de actividad que se aprecia desde fines del año pasado. En febrero, el derrumbe del Estimador Mensual Industrial (EMI) que elabora el Indec fue del 15 por ciento, por lo cual en el primer bimestre el saldo es negativo en 17 por ciento, en ambos casos respecto de igual período de 2001. La incertidumbre cambiaria, el encarecimiento de insumos importados y los enormes problemas en la cadena de pagos conspiran contra el sueño presidencial. Pero más que eso, los especialistas en el sector advierten que la reactivación será imposible en un marco de fuerte retracción de la demanda interna.
La declamada alianza con la producción se reduce por el momento a la licuación de las deudas empresarias con la pesificación. Las condiciones para producir y la recreación de un mercado consumidor todavía no aparecieron en la agenda de prioridades de Remes Lenicov. “La devaluación debería estimular las exportaciones y abrir un marco para la sustitución de importaciones. Pero los problemas crediticios de las empresas y la caída del mercado interno están frenando esos procesos”, señaló a este diario Ricardo Teller, profesor investigador de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE).
El congelamiento de los salarios y el ajuste fiscal que reclama el FMI hundirán más las chances de reactivación. De hecho, los industriales no esperan una mejoría cercana en la evolución de sus negocios. El Indec hizo un relevamiento entre empresas de distintos rubros industriales que arrojó el siguiente resultado: para el mes en curso, el 35 por ciento anticipó una nueva caída en la demanda interna, contra el 54 por ciento que dijo no prever cambios y apenas un 11 por ciento que se ilusionó con una suba.
El sector más golpeado en febrero por la recesión fue el textil. Tuvo una caída global del 52 por ciento, con bajas del 57,1 para tejidos, 43,4 para fibras sintéticas y 34,1 para hilados de algodón. Semejante descenso demuestra hasta qué punto se contrajo el consumo masivo, dado que la fabricación de productos textiles está destinada casi en su totalidad al mercado interno. También tuvo un resultado desastroso la actividad metalmecánica, con una baja del 52 por ciento, mientras que la fabricación de automóviles derrapó 48,1 por ciento. “Suponer que la devaluación, en las condiciones que se dio, iba a tener un impacto positivo en la industria, era utópico”, señala el especialista en temas industriales Andrés López, del Cenit, ante Página/12. “Con una caída espectacular de la demanda interna, la ausencia de crédito, la incertidumbre cambiaria y el encarecimiento de los insumos importados, nadie puede esperar que la producción se recupere”, agregó.
Las proyecciones de los analistas indican que la industria caería un 10 por ciento en el año. “Hay que reconstruir una trama de relaciones intraindustriales y eso necesita cierta previsibilidad”, apunto López. Por ahora, en el primer bimestre el retroceso fue del 17 por ciento, lo cual es muy grave si se tiene en cuenta que la comparación es contra el primer bimestre del tercer año de la recesión. Salvo algunos sectores que están consiguiendo colocar sus productos en el exterior, en la mayoría de la industria los niveles de producción equivalen a los de la década del ‘70.
En febrero, consiguieron elevar su producción rubros con capacidad exportable. Materias primas plásticas creció un 47,3 por ciento, seguido por agroquímicos con el 30 y aceites con el 28,6. De los once rubros que informa el Indec en el anticipo de los resultados del EMI, apenas esos tres pudieron mostrar resultados positivos.