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Las consultoras midieron una inflación menor al 1 por ciento en agosto, cuando venía aumentando a tasas por encima del 2. Los centros de estadísticas provinciales también arrojaron una desaceleración, donde se subrayó el 0,3 por ciento relevado por Córdoba. Esta moderación del proceso inflacionario se debió principalmente al efecto del fallo de la Corte que frenó el ajuste de tarifas para el gas residencial y provocó una disminución de precios en el rubro de servicios básicos para el hogar. Economistas consultados por este diario aseguraron que el resultado de agosto no implica que se haya domesticado la inflación y que en los próximos meses habrá una nueva aceleración por efecto de la puja distributiva y nuevas remarcaciones sobre artículos de la canasta básica.

“La recesión es muy marcada. Las políticas macroeconómicas generaron desempleo, caída de la producción y retroceso del consumo. Está claro que eso reduce algunas de las presiones sobre los precios, con empresas liquidando stocks. Pero es difícil que la inflación para lo que resta de 2016 vuelva a bajar del 1,5 por ciento mensual; y para 2017 va a estar por arriba del 24 anual”, dijo el ex director del Banco Central Arnaldo Bocco. Mencionó que “en septiembre va a haber subas en la carne, algunos lácteos y productos de limpieza. Son productos de la canasta de consumo básica muy importantes que registrarán incrementos de entre 5 y 10 por ciento. También suben los precios de lo que tiene que ver con consumo fuera del hogar, como el garaje o la peluquería.”

Bocco indicó que la puja distributiva será uno de los principales desafíos para la tasa de inflación en lo que resta del año. “Los sindicatos van a intentar recuperar el poder de compra que se perdió este año. Se viene una situación de fuerte confrontación entre ganancias y salarios. Los gremios ya plantearon una huelga general y en la calle se nota que hay un verdadero caldo de cultivo. El clima es de fuerte tensión. Desocupación, suspensiones laborales en todos lados y bajas de horas extras”, apuntó. Mencionó que, pese a los datos que se publican en las consultoras, los relevamientos de precios en los supermercados siguen arrojando aumentos relevantes. La entidad Consumidores Libres, a cargo de Héctor Polino, midió una suba del 1,95 por ciento para un promedio de 38 artículos que forman parte de la canasta básica.

La consultora Ferreres relevó para agosto una suba del 0,2 por ciento del nivel general de precios, que descontando el efecto de las tarifas asciende al 1 por ciento. Fausto Spotorno, economista jefe de la entidad, aseguró que hubo desaceleración fuerte en las remarcaciones de alimentos, que subieron 1,2 por ciento, cuando en meses anteriores se habían anotado alzas por encima de 3. “La política monetaria más contractiva, con la suba de tasas, está permitiendo una moderación de los precios. Esto no significa que vaya a sostenerse la tendencia descendente si no se resuelven las distorsiones fiscales; y el Central sigue financiando al sector público”.